Grandes misterios

Las fieras de Marco Polo

El cuaderno de viaje del gran trotamundos introduce a los occidentales en los misterios de Asia ofreciendo coloridos relatos de la fauna que encuentra.

«Saliendo de la ciudad de Yachi, y viajando diez días en dirección oeste, se llega a la provincia de Karazan….. Aquí se ven serpientes enormes, de diez pasos de largo [9 metros], y diez palmos [2,4 metros] de contorno del cuerpo.
En la parte anterior, cerca de la cabeza, tienen dos patas cortas, con tres garras como las de un tigre…»

ESTAS PALABRAS aparecen en Los viajes de Marco Polo, hacia 1300, un relato escrito que narra las aventuras del viajero y comerciante Marco Polo. En 1271, Polo, nacido en Venecia, visitó Asia con su padre y su tío. Poco después de su regreso a casa, Polo fue encarcelado por los genoveses, en aquella época en guerra con Venecia. Durante su encarcelamiento, Polo deleitaba a sus compañeros de celda con relatos de sus viajes. Uno de sus oyentes era Rustichello da Pisa, un escritor italiano, que recolectó las palabras de Polo y produjo el famoso cuaderno de viajes.

En el libro, Polo relata sus viajes por Asia y describe la geografía, las ciudades y las gentes de numerosas provincias chinas. El gran viajero también documentó sus encuentros con animales desconocidos, como la criatura a la que Polo se refería más arriba: un cocodrilo. «Sus mandíbulas son lo suficientemente anchas como para tragarse a un hombre», continúa Polo, “sus dientes son grandes y afilados, y su aspecto es tan formidable que ni el hombre ni ningún animal puede acercarse a ellos sin sentir terror”.

Polo reconoció criaturas como bueyes y ovejas salvajes, pero no acertó con otras:

«Hay elefantes salvajes en el país [Java], y numerosos unicornios, que son casi igual de grandes. Tienen el pelo como el de un búfalo, los pies como los de un elefante y un cuerno en medio de la frente, negro y muy grueso…». La bestia con cuernos que Polo creía que era un unicornio era en realidad un rinoceronte.

Una de las descripciones de Polo sigue desconcertando a los historiadores. «Ahora debes saber que en este reino de Lambri hay hombres con cola. Estas colas miden un palmo de largo y no tienen pelo. Esta gente vive en las montañas y son una especie de hombres salvajes». Muchos han supuesto que Polo describía a un orangután, pero los orangutanes de verdad no tienen cola.