Este 12 de octubre…

Fernando Berrocal Soto

Balcón Verde

Partido Liberación Nacional
Compañeros de la Asamblea General y Plenaria

Con el mayor respeto:

El próximo 12 de octubre el Partido Liberación Nacional cumple 73 años de haber sido fundado en la finca La Paz, en San Ramón de Alajuela.

Nuestro partido político es hijo intelectual del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales y la Revista Surco, la Proclama de Santa María de Dota, el Ejército de Liberación Nacional y la Revolución de 1948, liderada por ese gran costarricense y estadista visionario que fue José Figueres Ferrer.

Desde siempre, la “lucha sin fin” por el “bienestar del mayor número” ha sido el fundamento ideológico de la “revolución democrática” y la razón de ser del Partido Liberación Nacional, en las nueve oportunidades en que ha sido Gobierno de la República o desde la oposición en la Asamblea Legislativa.

Para nuestros Padres Fundadores, la causa liberacionista fue siempre la de una auténtica “revolución en libertad y democracia” y la construcción, por esa vía, de un eficiente y funcional Estados Social de Derecho, frente a los grupos conservadores defensores de sus privilegios y frente a los autoritarios de izquierdas y derechas, en nuestro país y en América Latina. Ese es el signo ideológico de nuestro partido político. Esa es nuestra social democracia.

Los hechos y la obra del Partido Liberación Nacional hablan por sí solos.

Pero igualmente, somos un partido político que ha cometido errores que NO hemos sabido reconocer con franqueza e hidalguía y, en las últimas dos décadas, hemos perdido el rumbo sobre su razón de ser en la vida política nacional. Poco a poco fuimos transformándonos en una maquinaria electoral y, después, en defensores de lo indefendible en términos ideológicos y políticos, moviéndonos hacia la defensa del status quo nacional y de privilegios inadmisibles, perdiendo el vigor y la fuerza revolucionaria social democrática de los orígenes partidarios y acumulando, a la vez, la enorme frustración y el cansancio de tres derrotas electorales nacionales y la última municipal. Esa es la realidad que nos reclama el pueblo costarricense y así debemos asumirla.

Así vamos para este próximo 12 de octubre, a enfrentar el peor momento de nuestra historia partidaria. Necesitamos un CAMBIO que sea real y que los costarricenses lo reconozcan como auténtico y verdadero. Es y no otro es el reto que tenemos que enfrentar.

La verdad sea dicha: el resultado de estas últimas cuatro elecciones, demuestran la perdida de confianza del pueblo costarricense en el liderazgo del Partido Liberación Nacional. Ese es el dato real y objetivo que tenemos frente a nosotros. No es ninguno otro. Quien no lo quiera entender o se niegue a aceptarlo, no entiende nada de la realidad política nacional del presente, ni del estado de ánimo de nuestro pueblo y, peor aún, de lo que dicen los datos objetivos y fríos de todas las encuestas y estadísticas que se realizan sobre el Partido Liberación Nacional y la realidad política nacional. Los datos y la información disponible, son contundentes y claros.

Pero lo más grave es que tampoco se está entendiendo, como fenómeno político nacional real y aglutinador de un alto porcentaje de nuestro pueblo, las razones de la existencia de ese populismo de derecha que es el chavismo, como reacción, protesta y expresión de un hartazgo generalizado, entre los costarricenses, frente a la actual realidad institucional, económica y social de Costa Rica. Porque el chavismo no es la causa, sino que es la consecuencia demagógica y populista de un estado de cosas a nivel nacional.

Además y tengámoslo claro, el más importante objetivo político de Rodrigo Chaves y de ese populismo de derechas, es destruir y desaparecer al Partido Liberación Nacional y, con ello, erradicar a base de confrontación directa y de masiva COMUNICACIÓN POLÍTICA en las redes sociales, ese sentimiento que aún existen en el corazón de una gran mayoría nacional sobre lo que, en sus orígenes, los Padres Fundadores impusieron como única y fundamental razón de ser de la causa liberacionista y la social democracia costarricense: “el bienestar del mayor número” y la construcción de un Estado Social de Derecho.

Todas estas verdades y realidades se expresan en unos datos contundentes: hoy representamos entre el 10 y el 15% del electorado o menos y no la fuerza política que marcaba el rumbo y el destino de Costa Rica, por encima del 40% del electorado nacional. Ese es el dato real y objetivo. No es de otra forma.
Aceptémoslo, como partido político ideológico y permanente, en los últimos tiempos, hemos fallado en tres temas POLITICOS fundamentales:

  1. En NO realizar un análisis objetivo y sereno de las causas de las tres derrotas electorales nacionales y la última municipal. Nunca se hizo ese ejercicio fundamental, ni de los errores que hemos cometido y que hoy son una de las causas principales de la pérdida de confianza en el Partido Liberación Nacional.
  2. Tampoco realizamos un necesario Congreso Nacional, en los términos del artículo 68 y siguientes del Estatuto Orgánico, para analizar con la información correcta las nuevas realidades de la situación internacional y nacional, como condición necesaria para elaborar y concretar las necesarias respuestas y soluciones que, desde una posición social democrática, nuestro partido político debería ofrecerle a los costarricenses. Dejamos en el tintero la gran reforma, funcional, estructural y política al Estado Costarricense y sus tres Poderes, como una exigencia incuestionable del tiempo presente y casi que nos quedamos sin banderas ideológicas de cambio y transformación democráticas, cuando todos los estudios serios y académicos señalan una crisis del modelo de desarrollo económico y social que propusimos e impulsamos, como partido político, desde la década de las años 80 del siglo pasado y en un momento histórico decisivo y crucial en que, Costa Rica, enfrenta la más brutal y violenta envestida criminal de las mafias del narcotráfico internacional y nacional, a vista y paciencia del actual Gobierno de la República. Esta amenaza transnacional significa el más grande y grave peligro para nuestra nacionalidad y soberanía, desde la heroica y visionaria Campaña Nacional de 1856.
  3. Asimismo, nos negamos y nos seguimos negando, a una reforma integral para modernizar y actualizar el actual Estatuto Orgánico que responde y refleja las viejas y superadas realidades territoriales de antes de la Revolución de la Informática y las Comunicaciones, en la década de los 80 de siglo pasado. Un estatuto y un articulado desenfocado de la realidad y las sensibilidades políticas actuales, ajeno y distante de los nuevos paradigmas y de los grupos sociales emergentes y hasta de las causas específicas y predominantes del presente, en Costa Rica y en todas las sociedades libres y democráticas.

Ese es el cuadro a pocos días de la fecha del 12 de octubre.

En este contexto real y no ficticio, el DIRECTORIO POLITICO NACIONAL le encargó a un grupo de compañeros el análisis y la socialización de un conjunto de reformas al Estatuto Orgánico, limitado a los aspectos procesales internos.

Podemos analizar y debatir el próximo 12 de octubre si la Convención Nacional debe ser abierta o realizarse con base en un “padrón liberacionista” lo más abierto posible y no menor de unos 100.000 electores, porque una convención cerrada y pequeña o un candidato de consenso no son viables, en las actuales circunstancias políticas y el momento que vive nuestro partido político.

Podemos, igualmente, analizar y discutir las condiciones de inscripción de candidaturas y establecer las fechas del calendario electoral interno, pero eso sinceramente aporta poco a la crisis de confianza del pueblo costarricense en el liderazgo del Partido Liberación Nacional de frente a las elecciones del 2026 y mucho menos cambia absolutamente nada la realidad política y la crisis por la que estamos atravesando como partido político y a nivel nacional.

Prefiero una Convención Nacional abierta y una sola gran votación e insisto que el Partido Liberación Nacional necesita, cuanto antes, no más allá de marzo del 2025 y eso es pasado mañana, tener definido un liderazgo de cúpula de primer nivel, bien articulado, con un candidato (a) a la Presidencia de la República y dos Vicepresidentes que, en sí mismos, constituyan una fórmula ganadora e integradora que entusiasme electoralmente a los costarricense y que llegue a todos los sectores y movimientos, a los grupos emergentes y a las nuevas generaciones de votantes y que, a la vez, esté en capacidad de generar amplias convergencias con otras fuerzas y partidos políticos que, compartan con nosotros los social demócratas, la necesidad y urgencia política de defender y profundizar las conquistas de nuestro Estado Social de Derecho. Lo digo así, porque esta lucha no la tiene fácil el Partido Liberación Nacional en el 2026.

Por ello, este debate sobre procedimientos estatutarios, cuya importancia procesal no niego, es un asunto meramente interno e instrumental y NO significa un mensaje profundo de CAMBIO para las bases del liberacionismo y el pueblo costarricense. Será visto y juzgado por la opinión pública como un ajuste cosmético, para ocultar las realidades internas de la crisis por la que atraviesa el Partido Liberación Nacional y, sobre ello, el chavismo montará otra virulenta campaña de COMUNICACIÓN POLITICA masiva, para golpearnos políticamente y debilitarnos aún más ante la opinión pública y el electorado.
El dilema partidario por ello es ahora o nunca. Estas son algunas propuestas:

  1. Debe reformarse el artículo 78 y siguientes sobre las actuales funciones y la integración del DIRECTORIO POLITICO NACIONAL, como órgano básico y con funciones estratégicas y de gobierno permanente interno, así como de definiciones y acciones políticas a muchos niveles de la vida nacional. Como punto crítico, el artículo 80 sobre su conformación e integración debe ser reformado por una moción específica y por el voto libre de los asambleístas. De otra forma, cometeríamos un nuevo error político y esta vez, de consecuencias demoledoras sobre el futuro del Partido Liberación Nacional.
  2. Los Ex presidentes de la República, al igual que los Padres Fundadores y los que alcanzaron en el pasado la confianza y el voto de los pueblos, serán juzgados por la historia y a ellos debemos todo nuestro respeto y la mayor consideración. Debemos ser leales a su legado y defender siempre su obra y sus aportes a Costa Rica, como parte fundamental de la obra del Partido Liberación Nacional, pero no deben ser parte activa y beligerante como miembros del DIRECTORIO POLITICO NACIONAL, en materia de la definición de la estrategia partidaria y de la acción política permanente.
  3. Los Ex Presidentes de la República y es mi más firme deseo que la Expresidenta Laura Chinchilla reconsidere su decisión sobre su militancia liberacionista, deben constituir una COMISION SUPERIOR CONSULTIVA de gran prestigio y significado para el Partido Liberación Nacional y, para ello, es necesario redactar un artículo nuevo e incorporarlo al Estatuto Orgánico, de modo que puedan ejercer un liderazgo generalizado y amplio, en todas las instancias estatutarias y partidarias, como se lo merecen y así debe ser reconocido por todos los miembros de la Asamblea Nacional y Plenaria.
  4. En esa misma dirección y con el más absoluto de los realismos políticos y por razones que son de mucho peso político, el inciso b) del artículo 80 debe eliminarse, en relación a los compañeros que han sido candidatos a la Presidencia de la República y que no alcanzaron la confianza de los pueblos. Este factor de distorsión estatutaria debe terminarse. Esos compañeros pueden legítimamente aspirar a las posiciones que quieran y sea su voluntad personal y la de sus seguidores y partidarios, pero ese derecho estatutario a una posición permanente e inamovible en el DIRECTORIO POLITICO NACIONAL, no es posible sostenerlo por más tiempo en el Partido Liberación Nacional.
  5. Tampoco es de recibo, en el tiempo que vivimos, el resto de la conformación del DIRECTORIO POLITICO NACIONAL. Ese órgano partidario, debería estar integrado estratégicamente por 10 compañeros, cinco hombres y cinco mujeres, escogidas por la Asamblea Nacional y Plenaria por sus méritos personales y partidarios, ética y trayectoria de servicio, su influencia real en la sociedad costarricense, sus liderazgos y su lealtad a los postulados y principios del Partido Liberación Nacional, como fuerza y expresión de la social democracia costarricense y no por criterios territoriales superados y obsoletos o por designaciones automáticas de los sectores y movimientos.
  6. A ese grupo, se unirían los miembros del Comité Ejecutivo Superior y el Jefe y Sub Jefe de la Fracción Parlamentaria, para completar un grupo estratégico y direccional activo y permanente de la vida partidaria y de sus acciones y definiciones en la vida nacional. El DIRECTORIO POLITICO NACIONAL estaría así conformado por un grupo estratégico y de alto nivel y prestigio de 15 compañeros (as), nombrados por la ASAMBLEA NACIONAL Y PLENARIA.
  7. El artículo 74 del actual Estatuto Orgánico sobre la ASAMBLEA NACIONAL Y PLENARIA, asimismo, debería ser reformado para que la integración y conformación de este órgano partidario fuera mucho más amplia e incluyente de otros sectores de la vida nacional, así movimientos y grupos de acción liberacionistas, de modo que el país real se refleje correctamente. Se reuniría ordinariamente dos veces al año y extraordinariamente cuando sea convocado por el 25% de sus miembros o por la mitad de los integrantes del DIRECTORIO POLITICO NACIONAL. Esta reunión es esencial como balance y autocrítica permanente, evaluación de la gestión de sus órganos de dirección y sus representantes electos en los distintos cargos públicos y sus acciones políticas. Todos los Diputados de la Fracción Parlamentaria, los Alcaldes y los Presidentes de los Consejos Municipales que sean liberacionistas, deberían igualmente ser miembros. Esta apertura necesaria y urgente, es el signo de los tiempos que vivimos y el reto que tenemos como partido político ideológico y permanente con vocación de poder político y de autentico y amplio liderazgo nacional.
  8. En las nuevas realidades políticas, la estructura de acción partidaria necesita un COMITÉ EJECUTIVO SUPERIOR a tiempo completo, financiado y sostenido a un nivel económico racional y auxiliado por una fuerte e igualmente financiada SECRETARIA DE ORGANIZACIÓN NACIONAL, nombrada por la Asamblea Nacional y Plenaria. Ello obliga a reformar el artículo 85 del Estatuto Orgánico. De otra forma, no es posible funcionar como partido político permanente e ideológico. Esa secretaria se encargaría, bajo la dirección y supervisión del Comité Ejecutivo Superior y con su activa participación, de estructurar y poner a funcionar esa nueva, diversificada y ampliada estructura de organización partidaria, a muchos niveles e igualmente de influir en las organizaciones de la sociedad civil, para defender y difundir el pensamiento social democrático liberacionista.
  9. De la misma forma, el artículo 68 y siguientes deben reformarse y ajustarse para que el CONGRESO NACIONAL del PARTIDO LIBERACIÓN NACIONAL, como órgano direccional de las grandes orientaciones ideológicas y programáticas partidarias, se realice cada dos años en forma ordinaria y extraordinaria en la fecha que así lo soliciten al Comité Ejecutivo Superior, en propuesta fundamentada, al menos, un 25 % de los miembros de la Asamblea Nacional y Plenaria o la mitad de los miembros del Directorio Político Nacional. Nuestro último Congreso Nacional se realizó en el año 2005 y no fue sino hasta el año 2016 que se volvió a hacer una amplia consulta partidaria a nivel nacional y sectorial que, sin embargo, no remató en una ASAMBLEA NACIONAL Y PLENARIA que fijará nuevos rumbos para el Partido Liberación Nacional.
  10. A este respecto, asimismo, es fundamental que esta Asamblea Nacional y Plenaria, apruebe que el Comité Ejecutivo Superior tome de inmediato las previsiones necesarias de tipo financiero y tecnológico necesarias, para que el Balcón Verde tenga una plataforma electrónica de COMUNICACIÓN POLITICA efectiva y que llegue a cientos de miles de costarricenses en las redes sociales y que un equipo de expertos en la materia y de estrategas políticos comprometidos con nuestro partido político y con los ideales de la social democracia costarricense, asuman cuanto antes la guerra política, porque de eso se trata y a eso nos convoca el chavismo su populismo de derechas, en ese fundamental frente de batalla ideológico, político y programático.
  11. Igualmente deberían presupuestarse recursos para que, una vez definida y anunciada la fórmula presidencial, se realicen encuestas de opinión directamente a nivel nacional , regional y en las provincias y principales cantones electorales, para determinar el grado de aceptación y popularidad de quienes aspiren a representar, como Diputados, al Partido Liberación Nacional en la futura Asamblea Legislativa, de modo que, cuando llegue ese momento procesal interno, la Asamblea Nacional y Plenaria pueda tener listas de varios compañeros y compañeras elegibles, en las distintas posiciones y proceder con los criterios estatutarios de paridad horizontal y vertical entre hombres y mujeres. Ese es el sistema que utilizan los partidos socialistas y social democráticos europeos para escoger a sus representantes populares.

Este conjunto de reformas estatutarias obligarán a cambios al financiamiento de los partidos políticos en el Código Electoral y a referencias contables y actuariales de control por parte del Tribunal Supremo de Elecciones, pero las mismas deben considerarse como parte fundamental del pago de la deuda política y del interés superior y democrático de mantener y fortalecer un régimen de partidos políticos ideológicos y permanentes, como sustento y aspiración de la vida en democracia y libertad en Costa Rica. Una aspiración que, de seguro, compartirán otros partidos políticos responsables en la actual Asamblea Legislativa, sobre todo ante la amenaza irresponsable de un autoritarismo ideológico activo y de derechas, de signo antidemocrático, según las últimas manifestaciones públicas del señor Chaves, en su condición de presidente de la República. Esas censurables palabras hay que tomarlas muy en serio y ponerlas en el cuadro real de la situación nacional.

Entiendo perfectamente bien que la fecha del 12 de octubre está encima y a pocos días. Pero es de tal magnitud las responsabilidades y retos que debe asumir esta próxima Asamblea General y Plenaria que, la misma, debe ser convocada en este mes de octubre cuantos fines de semana sea necesarios, hasta que se llegue a los acuerdos y reformas que necesita con urgencia el Partido Liberación Nacional y así, en el mes de NOVIEMBRE, estemos listos para retomar y profundizar la lucha sin fin iniciada por nuestros Padres Fundadores y enfrentar y ganar la batalla electoral hacia las elecciones nacionales del 2026.

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Un comentario

  1. Hay aspectos tocados por Fernando, que son de coincidencia obligada. Especialmente los fundamentos ideológicos de su propuesta.

    Hay recomendaciones de Fernando que no es suficiente enunciarlas y hasta esforzarse en divulgarlas correctamente.

    Muchas de esas propuestas se deben convertir en razones de lucha de un numeroso grupo de asambleístas, para aportarles la viabilidad política de los votos en el órgano decisorio.

    Indiscutiblemente la visión de Fernando es aceptable, pero falta el trabajo de convencimiento de los miembros con derecho a voto en la Asamblea, que le de la potencia necesaria para hacerlas viables.

    Lo importante es que Fernando ha tenido la lucidez de hacer las propuestas.

    A mí me parece acertado como lo define Fernando, que uno podría plantearse las propuestas como un proceso paulatino de toma de conciencia y de acciones concretas. Por eso me agrada su propuesta de una Asamblea Extendida en una especie de sesión permanente. En otro sentido me parece honesto reconocer que

    Hay cambios estructurales propuestos por Fernando que van contra vicios y prácticas profundamente enquistados en la vida del Partido. Al punto que muchos consideran las reglas del juego existentes, como derechos adquiridos para mantener sus pedestales y en algunos casos hasta hacer viable su forma de vida y sostenimiento económico.

    Con relación a la profesionalización de algunos cargos políticos esa es una moneda de dos caras, hay conveniencias, como las señaladas por Fernando y riesgos de conceder ventajas a personas aferradas al puesto.

    Muchos de los cambios propuestos por Fernando, con franqueza implican cambios de personas y siempre tocarle el pedestal o el modo de subsistencia a alguien es una pelea muy dura.

    Este 12 de octubre, yo pensaría con beneplácito, que se puede iniciar el camino de la transformación del Partido.

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