¿Están las cerezas pasadas de moda en Alemania?

Por Gregor Tholl (dpa)

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ARCHIVO – Porciones de la tradicional tarta alemana de la Selva Negra. Foto: Philipp von Ditfurth/dpa

Bonn/Dresde, 15 jul (dpa) – El consumo de cerezas, una fruta en el pasado muy popular en Alemania, ha caído de manera clara en el país, según los últimos datos de junio de la Oficina Federal de Agricultura y Alimentación (BLE).

¿Qué está pasando en un lugar donde la tarta de la Selva Negra, la tarta Ola del Danubio, los gofres con cerezas calientes o incluso los bombones Mon Chéri parecían formar parte del patrimonio cultural?

Según las últimas cifras de la BLE, el consumo per cápita fue de 1,7 kilogramos (campaña de abril de 2022 a marzo de 2023), lo que supone medio kilogramo menos que el año anterior y un kilo menos que hace cinco años.

Las cifras incluyen conservas, fruta congelada y zumos, y el descenso podría deberse según las autoridades al aumento de los precios de venta, así como los fenómenos meteorológicos extremos.

Pero también podría plantearse la pregunta: ¿están las cerezas pasadas de moda? «Las cerezas son probablemente demasiado anticuadas y complicadas para muchos consumidores», afirma el psicólogo nutricional Thomas Ellrott, de la Universidad de Göttingen.

«Pasadas de moda, porque casi no ha habido nuevas recetas con cerezas desde los KiBa (un zumo de cereza y plátano muy popular en los ’90) y porque muchas nuevas alternativas de fruta compiten ahora con las cerezas en el mercado», explica.

A ello se suma, en su opinión, que es una fruta más complicada que otras por ejemplo para hacer mermelada, por ser pequeña y tener hueso.

Hace tiempo que las cerezas dejaron de ser una de las frutas más populares en Alemania. La manzana está a la cabeza, con un consumo per cápita de 20 kilos. Sin embargo, las manzanas también han descendido más de 5 kilos en los últimos cinco años.

Le siguen los plátanos (11 kilos), las uvas de mesa (5,1 kg), las fresas (3,9 kg) y los melocotones (2,7 kg).

Para Henryk Flachowsky, director del instituto de investigación de mejora genética de frutas del Instituto Julius Kühn (JKI) de Dresde, el principal factor que explica el descenso del consumo es el precio: «Creo que sencillamente son demasiado caras para los consumidores en estos momentos».

El precio es significativamente más alto, lo que se debe en parte al aumento de los costes laborales y energéticos, pero también a las heladas durante el periodo de floración y al encarecimiento de los productos importados.

Flachowsky está seguro de que si el precio fuera más bajo, habría más demanda. «Cuando se trata de fruta fresca, de productos de postre, todo gira en torno al precio y la gente empieza a comparar», señala, a lo que se añade que a diferencia del pasado, ahora la fruta está disponible todo el año.

«Las variedades de bayas se han hecho más populares, sobre todo los arándanos», afirma. Y también ha mejorado la calidad y el sabor de las fresas procedentes del extranjero.

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