Rosita Argüello entrevista a YAYO VICENTE médico veterinario experto en el tema de salud animal y bioética.
En las últimas semanas desde que se descubriera una gallera en Desamparados y desfilaran ante las autoridades un grupo significativo de hombres y niños, el si y el no de las galleras abren un debate sobre la atracción de esta actividad, el maltrato a los animales, el riesgo sanitario y el entorno que lo rodea incluyendo las drogas y la prostitución y conociendo desde las aulas escolares que los gallos son animales domésticos, de corral, le solicitamos su ayuda al veterinario doctor Yayo Vicente quien trabaja en el Ministerio de Salud para que ampliara sobre el tema.
CAMBIO POLÍTICO – ¿Siempre han sido prohibidas las peleas de gallos en Costa Rica?
YAYO VICENTE – Se prohibieron desde 1889, y la ley entró en rigor en 1890, y se dio un año de prórroga para que las personas se pusieran a derecho.
CP – ¿Porqué se da la prohibición?
YV – Hay diferentes razones, pero sobre todo, con gallos hay que considerar que existe en forma paralela un efecto lúdico, porque se dan las apuestas y con ello la gente pierde su trabajo, sus hogares y ocurre un problema social de gran envergadura por ello, se decidió prohibirlo, más por el efecto de la apuesta que por el de la pelea misma.
CP – ¿Se tomaba en cuenta en esa época el maltrato animal?
YV- No, no se consideraba el maltrato ni a los animales, ni a las mujeres ni a la persona menor de edad, no habíamos llegado a ese tipo de conceptos que son más evolucionados.
CP – Hay una leyenda que cuenta que esa prohibición se da porque un presidente había apostado y perdido el dinero. ¿Cierto?
YV – Eso se da en 1912, los galleros logran aprobar como ley de la república la ley de gallos y es don Ricardo Jiménez Oreamuno (el brujo del Irazú), quien siendo gallero decide vetar la ley, ya que los liberales de ese tiempo querían hacer al ciudadano más europeo y por lo tanto tener otro tipo de actividades, recordemos que se hace el Teatro Nacional, se introduce el futbol al país y por supuesto se prohíben los gallos. Esa es la razón política por la cual se veta esa ley, hace 100 años.
CP – ¿Se le hace alguna modificación a la ley en esos 100 años?
YV – No, ocurren algunas otras legislaciones que refuerzan la prohibición, por ejemplo la ley de bienestar animal de 1994, no hay ningún intento de legalizarlo y las penas quedan obsoletas y entonces se favorece la clandestinidad y cierta tolerancia.
CP – Pareciera entonces que actualmente tiene más peso lo que sucede en el entorno que en sí el maltrato animal
YV – Se ha desarrollado una creciente sensibilidad hacia los animales no humanos, que no es casualidad, se han venido derogando algunos conceptos construcciones sociales alrededor de los animales, por ejemplo: Darwin nos dice que no fuimos una creación absolutamente novedosa entre los seres vivos sino que evolucionamos a partir de otras especies y eso nos hermana con ellas, ha habido también en el movimiento filosófico que pretende considerar la filosofía emocional y por supuesto eso hace posible que los animales entren en una moral ampliada, ha sido posible que ahora que estamos amenazados con el cambio climático, nos sentirnos más identificados con los animales que con las plantas, en fin ha habido una sensibilidad hacia otros animales no humanos muchísimo más fuerte que en el pasado, pero también tenemos que considerar que eso ha ocurrido cuando hemos visto en forma más integral a nuestro alrededor. También ha ocurrido con temas como mujeres, niños, discapacidad, grupo con menores recursos, etc.
CP – ¿Se utiliza el término de animales no humanos porque se incluye a la persona?
YV – La tradición judeo-cristiana nos pone como ejemplo de la creación e incluso la Biblia dice que los animales pasan por el frente de Adán para que les asigne un nombre y el Seor le dice que tiene que “señoriar” a estos animales, que son para usarlos, no para protegerlos sino para su servicio. Darwin demuestra que tenemos un parentesco muy próximos unos de otros, tanto así que un chimpancé y un ser humano la diferencia genómica no va más allá del uno por ciento, y aunque algunos nos resintamos de que sea así, la verdad es que son seres vivos merecedores de respeto. Las barreras entre los animales no humanos y los humanos se van venido desvaneciendo a pasos aceleradísimos en los últimos 50 años, se creía que eran brutos y hoy se sabe que tienen inteligencia, incluso se ha encontrado una inteligencia que nosotros no tenemos como la inteligencia colectiva y lo podemos ver en una colmena, en un hormiguero, o en un cardumen.
CP – ¿Es esa la base de los grupos de defensa de los animales y en contra del maltrato animal?
YV – La emocionalidad Si, sin embargo el movimiento pro defensa de los animales nace en Inglaterra, seguramente con un filósofo que impactó mucho que se llamaba Jeremy Bentham, quien en el Congreso Inglés empieza a abogar por el bien de los animales no humanos y ahí se hace la primera agrupación del mundo protectora de los animales. La primera agrupación costarricense protectora de animales, estuvo integrada con banqueros, políticos importantes (no campesinos, porque el campesino tiene un criterio sobre el animal distinto), y fue organizada en 1912.
CP – ¿Cómo empieza en Costa Rica el movimiento contra el maltrato animal?
YV – Bueno, la ley contra los gallos empieza en 1889, por los años 60 se quitó la tracción de sangre de las ciudades de Costa Rica, ya no hay carretones jalando carga o coches de pasajeros en San José ni en otras ciudades costarricenses, como en otras partes de América, se prohibió los animales en los circos en este país, después se prohibió el envenenamiento masivo de perros que era una práctica de control en esas poblaciones, fuimos el primer país de América con una ley de bienestar animal en 1994, se prohíbe la matanza del toro en las corridas con un criterio difícil de entender, se maltrata el toro, pero no se mata, y solo puede realizarlas las comisiones de festejos populares, es decir no es una actividad de lucro privado. En el año 2006 se crea el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), que es la primera instancia administrativa encargada de velar porque ese bienestar animal ocurra, pero a esto hay que agregarle que nos empezamos a insertar en el mercado internacional donde el bienestar animal comienza a ser un factor comercial de primer orden, entonces no se puede matar un animal para abasto si antes no se ha aturdido, como una manifestación de consideración al animal que va a ser sacrificado, eso se lleva a cerdos y luego a aves. Comienza el sistema internacional a exigir que también el transporte tenga algunos parámetros que garanticen ese bienestar animal, a esto le seguirá los parámetros para una buena cría del mismo.
CP – ¿Porqué gallos no y boxeo si?
YV – Las competencias son muy difíciles porque tienen arraigo de muchos años, el boxeo es una práctica deportiva vieja, pero ya en algunos países se prohíbe pegar en la cara, está prohibido el boxeo en menores de edad, en el boxeo olímpico se tiene que usar el protector, guantes y número de rounds regulados. Si somos coherentes el boxeo saldría primero de las competencias olímpicas y luego con las demás justas. La segunda protectora de animales surgió en Estados Unidos y esta organización acostumbrada a rescatar perros abusados, rescata a un niño y demandada porque no tenían derecho de hacer eso por una persona. A partir de ahí nace un movimiento paralelo de protección a las personas menores de edad, pero la precursora es una sociedad protectora de animales.
CP – ¿Tiene Costa Rica muchas galleras?
YV – No, no hay muchas, aquí no está tan arraigado como en República Dominicana, México, Colombia, o países donde la práctica es legal, y obviamente se mueve mucho dinero, sin embargo se calculan unos 5 mil galleros. Pareciera que los galleros son todavía una minoría retrógrada, no tiene mucha gente nueva, la gente joven tiende a ser más respetuosa de los animales, hay que poner aquí una diferencia: “la pelea de gallos es una demostración de masculinidad”, casi no vemos mujeres en las peleas de gallos, eso no ocurre con el futbol, las corridas de toros a la tica o con el mismo boxeo, las peleas de gallos son en clandestinidad y esto provoca prostitución, venta de licor, consumo y comercio de drogas, apuestas etc. Y al ser prohibido el que juega gallos en este país es un delincuente, porque está haciendo un acto ilegal.
CP -¿Cuál es la ocupación del SENASA con las galleras?
YV – Con el SENASA, la búsqueda de las galleras para su eliminación procura además del bienestar del animal, defender el estatus sanitario, el último brote de influencia aviar en República Dominicana costó mucho controlarlo porque se metió en la población de aves de combate, que tienen un rigor sanitario muy alejado de lo conveniente, y eso puso en riesgo la avicultura comercial que como en Costa Rica le da trabajo a unas 30 mil personas, trabajo honesto y estable, así como también el consumo de proteínas animal que tenemos con la carne de ave y los huevos. Como si fuera poco en la influencia aviar existen algunas cepas que se transmite a los humanos, por ello la experiencia en República Dominicana demostró que podemos con estas prácticas poner en riesgo a las personas.
CP – ¿Futuro para las galleras?
YV – Como todo lo ilícito, no vamos a lograr contrabando cero, evasión fiscal cero, pretendemos llevarlo a un nivel donde no afecte ni la idiosincrasia nacional, ni la salud animal, ni la salud pública, es decirlo llevarlos a un nivel en que no nos pongan en serio riesgo.
En definitiva una exelente entrevista , con datos historicos y fundamentos de peso sanitarios y sociales que confirman el NO a las peleas de gallos en nuestra querida Costa Rica. MUY MUY BIEN YAYO
tenemos un tema muy dificil con opinions encontradas para mi prefiero las peleas de gallos y ver a mi hijo salir de una noche de gallos que de un bunquer y todo porque unas cuantas personas se venefician de trabajo como la gente de senasa que de un pronto a otro el gobierno no tenia donde colocarlos e invento senasa . ahora bien porque si los criaderos de canarios tienen derecho a vender aves, porque nosotros que tambien criamos los gallos no temos derecho a explotarlos a nuestro antojo