Entre quesos, chocolates y café

Desde Suiza No. 11

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com

Mauricio Castro

Hola, tú, soy yo”—escuché una voz, y busqué ajustando el auricular y no vi a nadie.

“Sí, soy, yo, Zereza”—dijo con un fuertísimo acento español

“Nazí en la temporada de zerezas y me llamaron así” —siguió la voz.

Y de repente dijo: “—soy una vaca, una vaca lechera…” y vieran ustedes, fue como si me hubieran encendido una cinta grabada hace más de 55 años en mi memoria….” ♫♫♫♪ soy una vaca lechera, no soy una vaca cualquiera…♫♫♫” Y la vaca siguió, me interrumpió mis memorias y me dijo: “—seré tu guía por La Maison du Gruyère”.

“Bueno Castrosalazar…entre robots que recogen las muestras para laboratorio en los hospitales, trenes que van descuechados en medio de las montañas atravesando túneles y puentes de última generación, botas biónicas para quebraduras…una vaca de guía turística no debería sorprenderte…”

Y Cereza me contó que come unos 100 kilos al día entre pasto, flores silvestres, cerezas, y todo lo que encuentre en los prados y que se toma unos 85 litros de agua y que produce cerca de 25 litros de leche al día, todo iba bien hasta que de repente me hizo una pregunta que todavía no he chequeado con Dr. Google la respuesta: “—¿nunca te habéis «preguntao» por qué si las vacas comen solo cosas verdes la leche es blanca?…” “Hmm vaca lista”—me dije.

Y Cereza también me contó que por cada 12 litros de leche hacen en promedio un kilo de queso. Y conforme me iba contando cosas cogieron sentido algunas conversaciones que mi papá nos contaba que tuvo con su abuela de por estos lares, cuando “mamabuela” le decía que si en Costa Rica nevara todos se morirían de hambre porque no guardaban nada para los meses siguientes…Cereza sobre eso me contó que el queso Gruyère se come 6, 8 o 10 meses después de fabricado y que puede comerse hasta 16 meses después…” si el invierno fue muy crudo y el verano muy malo tendrán que comer…” —me dije, dándole contenido a las preocupaciones de mi bisabuela en que si nevara no tendríamos nada guardado…hoy le hubiera dicho: “la pasaríamos a punta de atún…”

Y siguió Cereza, “—si te gustan los quesos y no te engañen diziendo que son de Gruyères …aseguraos que tenga AOP, appellation d’origine protégée y que no tenga huecos…” (creo que fue un golpe bajo dedicado a los franceses que insisten en que el Gruyère es hecho por ellos, de paso les digo que el francés es el que tiene un montón de huecos, el emmental, el suizo ninguno.)

Como se ha confirmado que el confinamiento dejó secuelas de distorsión de la realidad, y no tengo dudas que yo las he vivido y las vivo, no tengo certeza si toda la explicación de Cereza la viví o la vi en el Discovery Channel

Un día de repente me veo en medio de una discusión entre curas que se da delante de alguna gente emperifollada y oigo risitas maliciosas y suspiros de desaprobación. Un cura con vehemencia dice que es una tentación del diablo… (y oigo suspiros mojigatos de desaprobación entre las damas y caballeros presentes) y con igual vehemencia otro cura responde que es un regalo de Dios (y se oyen risitas aprobadoras de las damas y casi hasta aplausos de los caballeros)…

Conforme la discusión entre los curas avanza, me doy cuenta que hablan del chocolate, que es una discusión en la Corte de Luis XV, quien por cierto hizo la maravilla de ponerle azúcar al chocolate. Oyendo y viendo los gestos concluyo que los que consideran que el chocolate es diabólico son “dominicos” y los que sostienen que es un regalo de Dios son “jesuitas”, “—con razón, me dije, el Papa Francisco tiene esas posiciones tan modernas algunas veces…”. De repente oigo una voz que dice: “…lo cierto es que el chocolate alguna vez fue prohibido para menores de 60 años… hoy se demuestra que actúa como una hormona estimuladora de la felicidad y de los mandatos de Afrodita…”

“Toma nota Castrosalazar y se lo contás a tus amigos y amigas, a lo mejor les ahorras gastos en hormonas…”—me dije

Aprendí que las tabletas de chocolate se empezaron a fabricar en Suiza (no crean por nada del mundo que las primeras fueron las Jockey de Gallito como creía yo…) y que Suiza es el país en que se consume más chocolate en el mundo, que prefieren el chocolate con leche, que el negro o el blanco (que no tiene cacao, de ahí el dicho: sin cacao no hay chocolate) y que hay un montón de marcas y que regalar un chocolate de marca es poco proper, que lo caché es regalar tabletas envueltas producidas por chocolateries artisanales y cortadas un toque chambonamente y se considera un regalazo.

“Es mejor el café de Italia, no es mejor el de Suiza”—discutían acaloradamente en una reunión virtual. Y yo para mis adentros decía: “ve vos, yo que creía que la disputa era entre el de Naranjo y el de Tarrazú o entre el de Colombia y el de Costa Rica…” En el fondo, en una pared, vi una especie de nido, y una figura como así:

Nestlé

Y concluí que por accidente estaba en una discusión con ejecutivos y ejecutivas de una compañía que discutía sobre cuál era el mejor café para una nueva cápsula (de las que se ponen en las máquinas) que querían lanzar post pandemia, y la gente presentaba argumentos defendiendo el suyo, no era mucha gente, unos 7 quizás, hablaban indistintamente en inglés y francés, al rato de discutir y oír acentos concluí que era gente en su mayoría suiza y con uno que hablaba inglés, acordaron que el mejor café para el mercado sería al estilo suizo, pero que tenían que incluir algunas cosas para la campaña de lanzamiento.

Yo de intruso, seguí vineando, hablaban sobre los colores, música para los anuncios y una de las participantes insistió: “…nous devons montrer une plantation de café dans la publicité…” Todo el mundo estuvo de acuerdo en que debería mostrar una plantación de café en la publicidad para darle credibilidad al producto. De repente, el que dirigía la reunión preguntó antes de terminar: Any questions, any comments?

Y yo con prudencia y respeto puse en el “Zoom” levantar la mano y pregunté: Où est cultivé le café en Suisse?

Y la reunión terminó sin que yo pudiera saber dónde es que siembran café en Suiza…

En todo caso, terminé los tres acontecimientos sin saber a ciencia cierta si fueron producto de una distorsión de la realidad o la realidad, pero lo cierto es que terminé con una muestra de tres quesos de Gruyère con su respectiva appellation d’origine protégée, con un chocolate y con un sin sabor en mi boca de que me había excedido en la pregunta sobre las plantaciones de café en Suiza… y agradecido que no me hubieran mandado para la mier…por entrometido y con una respuesta dura y sincera: “Mire Castrosalazar –acuérdense que en el Zoom aparece el nombre— en lugar de preguntar pendejadas y jugar a vivo, por qué no ayuda a su país a agregarle valor a su café, que siguen exportando igual que hace 200 años como grano de oro y dejá de joder…”

Con humildad puse una “cápsula” en la máquina y me tomé un café, suizo, pero muy rico, de Tarrazú, comí un pedacito de queso y por último un pellizquito de chocolate no sin dejar de preguntarme: ¿distorsión o realidad?

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Un comentario

  1. Gustavo Elizondo

    Mi estimado, tiene el reto de tomarse una taza de gourmet Tarrazú, «al pie de la mata» cuando regrese a Costa Rica. Oiga don Edgardo, ese cigarrito lo pone en la línea de muertos por el Covid, mejor cuídese y llegue hasta el cafecito.

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