Hernán Imhoff
El próximo 5 de junio se festeja un aniversario más del Día Mundial del Ambiente gracias a una resolución de la Organización de las Naciones Unidas del 15 de diciembre de 1977.La celebración, que este año sumará dos ediciones seguidas en medio de la Pandemia de COVID-19, de seguro implicará muchos eventos la mayoría de ellos de tipo virtual para evitar nuevos contagios y contribuir en la lucha contra el virus.
En el caso del sector turismo esa fecha debe llamarnos a la reflexión para plantear cómo lograr que la variable ambiental se enlace, aún más, con el crecimiento de un sector que ha sido extremadamente golpeado por la emergencia sanitaria.
Para empezar nuestra región ha demostrado una sólida vocación en el cuido de los recursos naturales con decenas de organizaciones que trabajan en ese campo, además, la Provincia cuenta con Parques Nacionales y Refugios de Vida Silvestre que representan un enorme atractivo para el visitante local y extranjero.
Debemos aprovechar ese plus para una labor de mercadeo más intensa que nos ponga en primera línea una vez que vayamos superando el impacto del Coronavirus y conforme avance la vacunación de los diferentes segmentos de población.
Suma de fuerzas
Esa ventaja competitiva debe convertirse en un aliado para la reactivación del turismo amigable con los recursos naturales que; como bien se sabe, es sumamente apetecido por un mercado de alto poder adquisitivo y que tiene un efecto multiplicador en extremo potente sobre las comunidades rurales.
Por otra parte, es necesario que logremos crear una alianza entre el turismo ambiental y aquel dirigido al bienestar o cuido personal, junto con los atractivos culturales que; por dicha, en nuestra zona tiene una larga data debido a tradiciones y costumbres que ya suman varios siglos.
Según datos de la Asociación Costarricense de Turismo de Bienestar antes de la Pandemia, ese segmento de la “industria sin chimeneas” representaba $USD 678 mil millones; además, ese tipo de clientes gastaba 130% más que el visitante tradicional.
Volver a esas cifras será un enorme reto, pero las prácticas amigables con el ambiente pueden convertirse en un gran pilar para empezar a levantarnos cuanto antes.
Tenemos materia prima de sobra, recursos humanos altamente capacitados y experiencias altamente exitosas en este campo, entre otros antecedentes. Ahora es cuestión de mirar hacia el futuro de un turismo aún más verde.
– Presidente Cámara de Comercio y Turismo de Tamarindo, Guanacaste