Un templo para El Divino Niño en un verdadero paraíso
Camilo Rodríguez Chaverri
Don Gerardo Allón Herrera y su esposa, Doña Roxana Monge Bonilla, estaban desesperados ante la noticia de que su hijo Arturo podía perder una pierna.
Arturo había sufrido un accidente tremendo. Corría peligro una de sus piernas.
Alguien les dijo que pusieran a Arturo en las manos de El Divino Niño. Fue El Divino Niño quien les hizo el milagro de salvarle la pierna de su hijo.
Por eso, don Gerardo, quien es ingeniero agrónomo, se puso las pilas para pagar su promesa.
Muchos años antes, un día que estaba en el cine con su novia, quien ahora es su esposa, doña Roxana, vio cómo Súper Man salía de una iglesia.
La escena de esa película lo emocionó. El joven Gerardo le dijo a su novia, “algún día vamos a construir una iglesia igualita a esa”.
Pues bien, el milagro de El Divino Niño le puso en bandeja esa oportunidad.
El templo domina el paisaje entre Sabanillas y Tucurrique, en el cantón de Jiménez de Cartago.
Está ubicado en el punto más alto y elegante de la propiedad de don Gerardo y doña Roxana.
Años después, inauguraron en la propiedad un hotel que se llama Zanjones Lodge.
Usted puede ir a pasear, quedarse en el hotel, que es muy bonito, y solazarse con este templo, que es el más hermoso de los templos católicos nuevos que tiene el país.
Los teléfonos son 8383-0082, 8377-8630, 8848-4341 y 2535-1097.
La dirección es la siguiente: de la Represa de Cachí, 13 kilómetros hacia Tucurrique, o bien, de la plaza de Tucurrique, un kilómetro al oeste.
Es un lugar precioso, dominado por un templo fuera de serie. En esa iglesia se siente a Dios, y también se siente en el paisaje, alrededor del templo. Dios domina en esa zona, Dios se luce con esos colores y se siente de fiesta en esta iglesia tan bonita.
Muchas gracias a la familia Allón Monge por este gran esfuerzo, por el gran gusto con que construyeron esta iglesia lindísima.