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Carlos Revilla Maroto
La Revolución del 48, además de la Segunda República y sus transformaciones, nos dejó una gran cantidad de placas y monumentos a lo largo y ancho del país. Esto no es de extrañar, pues en una guerra siempre hay héroes y acontecimientos que recordar, la de Liberación Nacional en Costa Rica no fue la excepción a esto. Para el sitio web El Espíritu del 48 me he dedicado a recorrer el país visitando lugares y tomando fotos. Esto ha sido muy gratificante para mi, pues me ha permitido visitar, y la mayoría de las veces conocer, los lugares donde están ubicadas las estatuas y las placas, que usualmente es en pueblos, caseríos, parques, etc. También, y más importante aún, ha sido el poder recuperar para las nuevas generaciones, el acervo histórico y darlo a conocer a la gente.Primero quisiera hablarles de Santa María de Dota, que fue el Cuartel General del Ejército de Liberación Nacional, hasta la toma de Cartago, cuando se instaló en el Colegio San Luis Gonzaga, pero solo por unos pocos días antes del final de la guerra. La ubicación de Santa María de Dota era envidiable, cerca del tapón del Empalme y San Isidro del General y también de Cartago y eventualmente San José por el lado de Tarbaca y Aserrí.
En los primeros días después del inicio de la guerra, llegó a Costa Rica, vía aérea desde Guatemala a San Isidro de El General, que estaba en poder de los rebeldes, el Coronel dominicano Miguel Ángel Ramírez Alcántara, y se trasladó a la finca La Lucha, donde estaba Figueres y su gente. Por su experiencia militar, fue nombrado de inmediato Jefe del Estado Mayor, y lo primero que hizo fue decirle a don Pepe, hay que salir de aquí, esto es una ratonera, y entonces, después de ver algunos mapas y analizar la situación, decidieron movilizarse a Santa María de Dota, pueblo que estratégica y militarmente estaba mejor ubicado que La Lucha, y sin el problema de ser un pequeño valle rodeado de cerros. Este fue el sitio en el cual se concentraron la mayoría de los efectivos para la toma final de Cartago y Limón.
Por este motivo Santa María de Dota fue el lugar escogido para albergar uno de los monumentos más bonitos y sentidos, en cuanto a lo que simboliza, el «Monumento de los Caídos«, que está localizado al costado noroeste del parque central de esa ciudad, nombrado oficialmente “Parque Ernesto Zumbado”, que fue un héroe del 48 oriundo de Santa María. El parque tiene también una bonita estatua de Zumbado, en medio de una pequeña fuente. Escribí una columna donde pueden leer los detalles sobre la muerte de Zumbado.
Por supuesto estéticamente el monumento también es especial, ya veremos esto. Es importante decir que el monumento es para los caídos de ambos bandos.
Es una de las obras más emblemáticas del artista costarricense Luis Umaña Ruiz. De tradición académica en el género del retrato esculpido, Umaña inmortalizó los rostros de expresidentes, como José Joaquín Rodríguez y Rafael Yglesias Castro. En su vasta producción resaltan la escultura dedicada a Juan Santamaría en la Asamblea Legislativa y el Monumento a Mauro Fernández en el Liceo de Costa Rica. En el Monumento a los caídos, amplió las posibilidades expresivas del modelado y se preocupó por la síntesis en formas y volúmenes.
Con la solemnidad que merece la inauguración de un monumento cívico, a la develación de la obra de Umaña, el 3 de junio de 1973, al cumplirse 25 años de la Revolución, se presentó el mismísimo Caudillo y entonces presidente, José Figueres Ferrer. La pieza es de granito fingido, con un peso de alrededor de 90 toneladas, y representa a Costa Rica en la figura de una mujer (la Patria) que, con los brazos, salvaguarda a un grupo de mujeres y hombres. La imagen femenina carga a los caídos en una actitud valerosa. En el propio monumento hay una placa que dice «LA PATRIA, ANGUSTIADA POR EL DOLOROSO PASADO QUE DEJA, PERO RESUELTA y SEGURA DE SU MISION, SUJETA A SUS HIJOS FIRMEMENTE EN SU RAUDA MARCHA HACIA EL FUTURO«. En esa ocasión, don Pepe leyó de viva voz la Primera y Segunda Proclama de Santa María de Dota, que están grabadas en unas placas, en un costado del monumento.
El monumento tiene dos placas más, una dedicada «A QUIENES MURIERON POR EL DERECHO AL SUFRAGIO Y A QUIENES MURIERON POR LAS GARANTIAS SOCIALES, EN LA GUERRA DE LIBERACION NACIONAL MARZO – ABRIL 1948» y la otra una muy especial de don Pepe dedicada «A MARCIAL AGUILUZ ORELLANA HEROE NACIONAL, COMPAÑERO DE ACERO Y SONRISA GENEROSA. JOSE FIGUERES FERRER / 3 – MAYO – 1987» su gran amigo y compañero, puesta poco después de la muerte de Aguiluz.
También, al otro lado del parque de Santa María, hay una placa que de todas las que he visto y fotografiado, es la que más me ha «llegado» por su contenido, que lo transcribo a continuación:
EN EL CINCUENTENARIO DE LA REVOLUCION DEL 48
AL CUMPLIRSE MEDIO SIGLO DE QUE LA PATRIA LLAMO A SUS MEJORES HIJOS A OFRENDAR SU SANGRE PARA ESCRIBIR UNA DE LAS PAGINAS EN VERDAD EPICAS DE NUESTRA HISTORIA, UN INMENSO DESEO DE RECLAMAR LA MEMORIA DE ESOS HEROES NOS HACEN POSTRARNOS DE RODILLAS ANTE LA IMAGEN DE LA REVOLUCION.
HOY NO HAY VENCEDORES NI VENCIDOS, SIN EMBARGO EL DOLOR DE AQUELLOS DIAS LATE AL RECORDAR LAS VIDAS TRUNCADAS DE NUESTROS SERES QUERIDOS, Y SOLO NOS CONFORTA EL CLAMOR NACIONAL DE QUE TENEMOS UNA COSTA RICA DIFERENTE.
CON ESTE ACTO RENOVAMOS EL CARIÑO FILIAL QUE UNE A MARIENSES Y GENERALEÑOS, UNIDOS HASTA LA ABNEGACION DESDE QUE ERAMOS UN SOLO PUEBLO EN EL 48 Y POR SIEMPRE, MIENTRAS LA PATRIA DESCANSA TRANQUILA SABIENDO QUE AL IGUAL QUE EN AQUELLOS DIAS ACIAGOS, SABREMOS DEFENDERLA CUANTAS VECES ESTE EN PELIGRO
GRUPO DE CABALLISTAS TRES M
SAN ISIDRO DE EL GENERAL
8 DE AGOSTO DE 1997, SANTA MARIA DE DOTA
Ciertamente un mensaje especial, que la primera vez que lo leí me dio escalofríos ¡que tiempos aquellos!. Santa María y San Isidro tienen un sitio especial en la historia de la Revolución, su aporte y sacrificio fue inconmensurable, para devolverle a Costa Rica la libertad y democracia conculcadas por un nefasto régimen.
Los cuarenta días de guerra civil son el epílogo de la heroica lucha de un pueblo por restablecer el sagrado derecho de elegir libremente a sus gobernantes en paz y en democracia.
Solo me resta decir:
Gracias a todos los mártires que luchando valerosamente dieron su vida para legar a las nuevas generaciones un futuro mejor.
Gracias don Pepe por dirigir la lucha que conquistó para todos la libertad electoral.
Gracias por enseñarnos que la libertad solo es verdadera cuando está basada en la justicia social
Y especialmente, gracias por hacernos comprender que un país es poderoso si goza de educación y salud y no cuando tiene ejército.
Muchas gracias a Yayo Vicente por las imágenes del Monumento
Me parece de suma importancia este rescate histórico y ello nos debe de motivar más a hacer posible y realidad el proyecto Centro Histórico Nacional para La Paz 1948, del cuál he venido hablando desde hace ya algunos años.