El Monte del Templo y el final de los tiempos

Memorias

Alfonso Campos
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Alfonso Campos

El epicentro del conflicto global del tiempo del fin. Zacarías profetizó acerca de este conflicto en “los postreros días” sobre Israel y Jerusalén y que incluiría el Monte del Templo.

He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella” (Zacarías 12:2-3).

La historia bíblica del monte del templo —un área llana en el monte de Moriá en Jerusalén— empezó mucho antes de la construcción del primer templo. Aproximadamente 900 años antes del primer templo, le fue dicho a Abraham que fuera al monte Moriá (el monte del Eterno) para sacrificar a su hijo Isaac. En el último instante, un ángel del Señor detuvo su brazo armado con un cuchillo, y le indicó la existencia de un carnero, enredado con sus cuernos en un zarzal, que fue sacrificado en lugar de Isaac, (Génesis 22:2, 14). Este lugar en particular parece haber sido escogido por Dios para su futuro templo.

Al final de los 40 años en el desierto, Dios le ordenó a Israel, a través de Moisés, que debería “sino que el lugar que el Eterno vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis” (Deuteronomio 12:5).

Monte Moriá

El monte Moriá es identificado en la tradición judía con el Monte del Templo.

El árido terreno que David adquirió del jebuseo Arauna para construir el Templo estaba en este lugar y fue aquí donde el Rey Salomón construyó el Primer Templo, destruido por los babilonios en el 586 aC. Los exiliados que retornaron a Sión fundaron el Segundo Templo en el mismo solar, en el año 536 a.C. Unos 500 años más tarde, Herodes expandió el monte y reconstruyó el templo. El edificio de Herodes, que se hizo famoso por su majestuosidad y esplendor, fue destruido por los romanos en el año 70 dC. Aproximadamente 600 años después los musulmanes renovaron el complejo, sus muros y puertas y construyeron allí sus mezquitas.

Según algunas corrientes de la escatología judía, un Tercer Templo de Jerusalén será reconstruido con la llegada del Mesías.

Desde la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén en el año 70 D.C., los judíos han orado para que Dios permitiera la reconstrucción del tercer templo. Esta oración ha sido parte de la tradicional oración que los judíos realizan tres veces al día. A pesar de seguir sin construirse, la idea y el deseo de un tercer templo es sagrada para el judaísmo, sobre todo para el judaísmo ortodoxo, como un lugar de culto no realizado. En el Tanaj (Biblia Hebrea), los profetas piden su construcción para que sea construido en la era mesiánica.

Existen en diversas fuentes planos realizados por los antiguos judíos para la reconstrucción del templo, especialmente en los capítulos 40-47 del libro de Ezequiel (la visión de Ezequiel es anterior a la construcción del Segundo Templo) y el manuscrito del templo descubierto en Qumrán entre los manuscritos del Mar Muerto. Sin embargo, nunca llegaron a ser utilizados.

En Jerusalén, el Instituto del Templo exhibe la maqueta arquitectónica de lo que será el Tercer Templo de la Ciudad Santa. La maqueta muestra el Templo de Salomón, mas no es el que está en la descripción del Profeta Ezequiel, que es como deberá ser el verdadero tercer templo.

La «ministración» es un término que aparece en la Biblia y que tiene una gran relevancia espiritual. Este término se refiere a la acción de servir y cuidar de los demás, especialmente en el ámbito religioso.

Las ropas sacerdotales de quienes ministrarán el sacrificio en ese lugar ya están tejidas. Por otro lado, quienes ministrarán en este templo también han sido entrenados y seleccionados de acuerdo a los requisitos explicados en la Torá.

A pesar de que, según la tradición judía, su construcción será fruto de la “obra divina” según el Yehuda Glick, director del Instituto del Templo, “La Torá nos ordena levantar el Templo. Los que creen que el Templo descenderá de los cielos, por arte de magia o elemento cósmico, eluden el precepto bíblico de prepararse y participar en la construcción”.

Sin embargo, hay un problema que hay que resolver. La explanada donde estuvo el Segundo Templo y donde se debe construir el Tercero está dominada por las mezquitas de la Cúpula de la Roca y de Al-Aqsa. Cualquier tentativa de expropiación conduciría a un enorme conflicto religioso que traspasaría los límites de la región. Conocidas como Al-Haram ash-Sharif -El Noble Santuario-, es para el islam su tercer lugar más sagrado después de La Meca y Medina. ¿Se cumplirá la profecía sobre el final de los tiempos?

En la fotografía podemos observar la fachada para el Tercer Templo de Jerusalén, a ser construido por el Mesías. Sinagoga Istanbuli, Barrio Judío, Ciudad vieja de Jerusalén.

Tercer templo

Alfonso Campos es el creador del sitio en la Web de memorias.cr un espacio dedicado al análisis de la Historia

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