El miedo a la guerra lleva a los polacos a entrenar con el Ejército

Por Doris Heimann (dpa)

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Sofia Adach (adelante) practica con un fusil de asalto en el simulador de tiro de las Fuerzas Armadas polacas bajo la dirección de la sargento mayor Magdalena Porowska. Con la vista puesta en la guerra de Ucrania, Polonia quiere ampliar su ejército. El programa de entrenamiento de un día de duración «Entrena con el Ejército» pretende despertar el interés de los ciudadanos. Foto: Doris Heimann/dpa

Un tanque atraviesa el paisaje de colinas que se ve en la pantalla grande. De repente, aparecen soldados enemigos desde atrás de un muro. Sofía Adach empuña con más fuerza el fusil de asalto negro, apunta y aprieta el gatillo. Los puntos rojos marcan sus disparos en la pantalla.

«Al disparar no retengan la respiración, sigan respirando con calma», dice la suboficial Magdalena Porowska. La tiradora enseña con el brazo estirado en qué angulo hay que sostener el fusil de asalto.

El ejercicio de tiro en el simulador forma parte de un curso de formación militar gratuito de un día de duración que el Ejército polaco ha empezado a ofrecer recientemente. Este entrenamiento pretende reclutar nuevos miembros para las Fuerzas Armadas de Polonia y dotar a los ciudadanos de habilidades ante una emergencia bélica.

Los soldados muestran cómo manejar las armas, cómo comportarse correctamente en situaciones de peligro y los fundamentos de la orientación en el campo. «Creo que se necesitan esas habilidades, da una mayor sensación de seguridad», sostiene Adach.

La preparadora física de 40 años integra el grupo de unos cien hombres y mujeres que llegó en un frío sábado de otoño al centro de formación de técnicos de la Fuerza Aérea polaca en Deblin, unos 140 kilometros al sureste de Varsovia.

Aquí, cerca de la frontera con Ucrania y Bielorrusia, realizan el curso de un día «Entrena con el Ejército». El programa se ofrece en 17 bases militares a lo largo de todo el país.

En Polonia crece el temor a una expansión de la guerra que inició Rusia contra la vecina Ucrania.

Polonia, país miembro de la UE y la OTAN, se está armando masivamente contra la amenaza de Moscú. Recientemente firmó acuerdos por miles de millones de dólares con Estados Unidos y Corea del Sur para la entrega de nuevos tanques, obuses y aviones de combate. Se duplicará además el número de efectivos de las Fuerzas Armadas.

En este país europeo, de unos 38 millones de habitantes, el Ejército cuenta actualmente con 110.000 soldados, más 30.000 miembros de la fuerza de seguridad nacional voluntaria, WOT.

En los próximos años se pretende llegar a contar con 250.000 soldados profesionales y 50.000 efectivos de la WOT.

«El ejército polaco debe aumentar en cantidad para disuadir realmente a un agresor», dijo recientemente el ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak.

Polonia ha introducido un servicio militar básico voluntario, el servicio militar obligatorio fue abolido hace muchos años. Y, por supuesto, el entrenamiento de un día también debería servir para reclutar ciudadanos para las Fuerzas Armadas.

Pero no solo eso. «Queremos crear las condiciones para que el mayor número posible de personas se capacite en el manejo de armas, en primeros auxilios y en habilidades de supervivencia, como por ejemplo saber hacer un fuego o tratar el agua», explicó Blaszczak.

La suboficial Porowska anima a los participantes en el simulador de tiro en Deblin. «¡Quiero que disparen tanto como sea posible!», insta.

Para algunos no es tan fácil. «Primero tuve que romper mis propias barreras para tocar un arma», admite Malgorzata Wos, de 39 años. Ella cree que la capacitación es útil para no entrar en pánico en una situación de emergencia.

«Me temo que la guerra de Ucrania es el comienzo de algo más grande. Y no quiero huir en caso de un conflicto armado», dice Adam Krakowiak.

El conductor del montacargas de 28 años está considerando si debería convertirse en soldado profesional o unirse al servicio voluntario de seguridad nacional. El entrenamiento podría ayudarle a tomar la decisión.

Fuera, en el campo de entrenamiento, el sargento Mariusz Starosz explica cómo utilizar una granada de mano. «Después de lanzarla, cúbranse inmediatamente, ¡no miren dónde cae!», explica a los participantes.

No puede faltar un poco de romanticismo scout en el entrenamiento de supervivencia. Un instructor de paracaidismo muestra cómo encender una hoguera con el lomo de un cuchillo, un eslabón o chispero y corteza de abedul.

Durante la pausa para el almuerzo, los participantes reciben una ración de comida, con un calentador químico en el que solo hay que mezclar con agua. Después de diez minutos, la comida ya está hirviendo en el recipiente de aluminio. Especialmente los hombres se muestran entusiasmados ante esto.

«Por supuesto, no se puede formar a la gente para ser soldados en apenas un día», señala el guardiamarina Marcin Chruscicki, que acompaña el curso.

Pero en caso de conflicto, sostiene, no estaría de más que el mayor número posible de ciudadanos supiera manejar un arma. Además, acota, todo esto es también una campaña de imagen. «Queremos transmitir a la gente la sensación de seguridad de que el Ejército está ahí», subraya.

dpa

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