El cambio en la humanidad con el Covid-19

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto

Con la llegada de la pandemia del coronavirus Covid-19, el mundo entra en una gran transformación en la naturaleza, de la sociedad, del esquema económico vigente, de las reglas del trato social y de la reflexión interna del significado de nuestras vidas. Los que creemos en el Ser Supremo Dios El Eterno, buscamos la unión con el Altísimo que lo integramos en una fuerza positiva que nos lleven a la luz espiritual; pero también puede existir la fuerza negativa que no podemos ignorar o “tratar de tapar el sol con un dedo”; estemos vigilantes y no nos confiemos. En la actualidad de esta gran crisis sanitaria se dan cambios de paradigmas, formas de ver la vida diferente y en muchas personas ha renacido el espíritu solidario, se impone el lema “ayúdenos a ayudar” con nuestros semejantes; que pueden estar pasándola muy dura y en un estado de alta vulnerabilidad.

La afectación general a los eventos tradicionales a los que estábamos acostumbrados y las nuevas formas de establecer “el distanciamiento social” y otras medidas sanitarias emitidas e impuestas por los Gobiernos de la República mediante su “potestad imperium” dada en la Constitución Política y el principio de legalidad; todos sin distinción ni discriminación alguna, debemos acatar de manera obligatoria para cuidarnos. En un estado de urgencia y necesidad el mismo Estado de Derecho cede en favor del interés público, del bienestar y calidad de vida de todos los ciudadanos. El ser humano está mental y emocionalmente en constante pensamiento, reflexión sobre la vida y la muerte; y a hoy las tareas más mundanas adoptan un nuevo concepto o significado de accionar o de ver las cosas. Todos tenemos que estar con la mente abierta, en absoluta observación y tomar las decisiones inmediatas más necesarias.

Muchas personas hasta “idolatran” a sus líderes; existe el culto a la personalidad y otras formas de rendirles pleitesía a diversos personajes tanto en la política, el deporte, la música, cine y la Televisión, el arte y las redes sociales etc. Las formas comerciales de crear efectos del “marketing” de parte de las empresas encargadas de implementar campañas masivas con el fin de vender sus productos, ahora están afectadas por la crisis. Entonces nos preguntamos si podemos seguir viviendo sin esas formas de entretenimiento presencial o de inmediatez con los personajes famosos acostumbrados, a que muchos los vean hasta como “salvadores” o decirles que son “grandes” y todo tipo de elogios o ensalzarlas como personas; aunque sean simples seres humanos.

“Nuestras emociones están conectadas a frecuencias específicas -o emanaciones- a través de las cuales la Luz del Creador resplandece desde los Mundos Superiores. Cada emoción tiene un nombre y propósito determinado. Funcionan como portales por los que fluye la energía entre las dimensiones física y espiritual. Lo que sentimos, y aún más importante, la intención y motivación detrás de nuestros sentimientos, afectan la velocidad y la calidad del flujo. La pregunta fundamental que debemos formularnos es: ¿nuestras emociones son manifestación del deseo de recibir sólo para nosotros, o expresan el deseo de compartir? Las emociones nos fueron dadas como ayuda para el trabajo espiritual, pero está en nosotros utilizarlas o no para este fin.” (El camino de la Cábala. Michael Berg. Págs. 161 y 162)

Como afirma Henry Kissinger, “el orden mundial cambia cuando se enfrenta a una de dos circunstancias posibles que desafían su cohesión: la redefinición de la legitimidad o un cambio significativo en el equilibrio del poder. No estamos todavía ante una redefinición de la legitimidad del orden mundial creado tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. La relación transatlántica que lo sostiene afronta muchas dificultades, pero los países que lo conforman no han abandonado los valores de la democracia liberal. Ningún poder revolucionario ha conseguido imponer un orden alternativo. Los que creen que China va a salir de esta pandemia como mayor beneficiario por aumentar su influencia a través del poder blando y convertirse en paradigma de la gestión eficiente del COVID-19, se equivocan. Hay una absoluta falta de transparencia en la gestión de la crisis del Gobierno chino, por lo que no puede ser un modelo en ese aspecto. La “diplomacia de mascarillas” es pura propaganda del régimen comunista y no “poder blando”, porque este se basa en atracción persuasiva. Nadie querría ir a vivir a China, aunque disponga de material sanitario excedente (y en gran medida defectuoso), y sí –todavía– a los países de la UE o a EE. UU.”

Con lo anterior, todavía no sabemos los efectos geopolíticos, tras el Covid-19; por ahora si existen desafíos a los sistemas políticos imperantes; que los Poderes de la Repúblicas en una democracia: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; han tenido que adoptar medidas y decisiones importantes que podrían a futuro generar múltiples cambios significativos. Debemos hacer prevalecer el estado de bienestar y sentiremos más temprano que tarde los efectos colaterales y consecuencias de la pandemia en el orden mundial. Se dice que la gripe española de 1918-19 no incidió mayormente en las relaciones internacionales; así como las posteriores pandemias hasta la actualidad; sin embargo en la actualidad estamos en un mundo altamente globalizado, tecnificado y tecnológico, donde las economías de los países son interdependientes a nivel del intercambio de las importaciones y exportaciones, inversión extranjera, empresas extranjeras instaladas en diversos países y todo lo referente a la suscripción de los Tratados comerciales internacionales y de otras áreas como el petróleo y minerales, etc.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) con sus estudios y análisis han afirmado que la producción económica mundial caerá en casi 8,5 billones de dólares, y que estaría anulando casi todos los avances logrados en los últimos 4 años; en realidad es lamentable esta situación; que podríamos estar a las puertas del algo similar a la Gran Depresión en 1929 del siglo pasado. Se afirma que con el “coronavirus” estamos ante el mayor reto para el mundo desde la 2da Guerra Mundial que las economías quedaron en su mayoría devastadas y casi arrancar de “cero” etc. Por otra parte, a la fecha la afectación más alta ha sido en EE.UU., Gran Bretaña, España e Italia. Incluso varios países occidentales en especial los europeos tienen suscritos sendos convenios comerciales con la República Popular de China de miles de millones de dólares. Al parecer las relaciones internacionales con China no va a sufrir muchos cambios de índole comercial.

Sin embargo, el presidente de EE.UU. Donald Trump ha amenazado con romper con China y eliminar las relaciones comerciales que ahorraría la suma de 500.000 millones de dólares; incluso iniciar un proceso de “repatriación de las empresas” instaladas en el territorio de China. Estos asuntos de las relaciones internacionales entre los dos grandes países todavía están en proceso y no sabemos sus consecuencias y si en efecto se va culminar o no. EE.UU. ha sido severamente golpeado con esta pandemia, con resultados de miles de muertos, 32 millones de desempleados y miles de contagiados. Todos estos aspectos incrementan las tensiones entre los grandes “Imperios comerciales” que son las potencias de EE.UU., China y Rusia y los países integrantes de la Unión Europea; más otras economías importantes de Asia, América Latina etc.

Finalmente, la mayoría de los países están volviendo a tratar de “verse hacia adentro”; como el tema de la soberanía alimentaria; sembrar y producir lo que comemos; hacer ajustes estructurales dentro de las Instituciones Públicas; alianzas importantes con el sector productivo en especial los más golpeados como el turismo, el comercio, los eventos masivos (deporte, conciertos musicales etc.) Tomar medidas de mayor justicia distributiva, solidaridad con los más afectados, maximizar los escasos recursos económicos que se tengan, En síntesis deben reinar los principios de solidaridad, equidad, y amor al prójimo etc. Elevemos una plegaria a Dios El Eterno que nos bendiga y proteja ante la crítica situación que atravesamos y que todos juntos podamos salir adelante de esta pesadilla, y se pueda frenar la propagación de este mortal virus que nunca antes habíamos vivido con tal magnitud.

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