El Ártico da señales de alarma sin precedentes

18 de diciembre, 2025

ips
En el Ártico, el verde animado por temperaturas cada vez mayores gana terreno al blanco del hielo año tras año. Un nuevo informe divulgado por la Organización Meteorológica Mundial advierte de que el enorme y creciente deshielo ártico, consecuencia del cambio climático, impacta mucho más allá de esa región, en realidad a todo el planeta. Imagen: Grid

Corresponsal de IPS

GINEBRA – El Ártico, el termómetro del planeta, está dando señales de alarma sin precedentes: se está calentando a un ritmo vertiginoso, transformando su paisaje helado en un entorno más cálido, húmedo e impredecible, alertó en un informe este jueves 18 la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El cambio climático “está dejando el Ártico irreconocible”, y “lo que pasa en el allí no se queda en el Ártico, ya que su transformación afecta de manera negativa a todo el planeta”, asienta el Arctic Report Card 2025, un informe respaldado por 112 científicos de 13 países.

El informe documenta pérdidas de hielo históricas. Los glaciares del Ártico escandinavo y del archipiélago noruego Svalbard, en la confluencia de os océanos Ártico y Atlántico, sufrieron entre 2023 y 2024 la mayor pérdida neta anual de hielo jamás registrada.

La Capa de Hielo de Groenlandia, la isla danesa en el extremo noreste del hemisferio americano, perdió 129 000 millones de toneladas de hielo en 2025, una cifra que, aunque inferior al promedio anual de las últimas dos décadas, confirma una tendencia de pérdida neta a largo plazo.

En Alaska, entre el Pacífico y el Ártico, los glaciares han perdido una media de 38 metros de espesor vertical desde mediados del siglo XX, reduciendo de forma generalizada la altitud de las superficies heladas.

Ese retroceso glaciar sigue siendo un factor clave del aumento del nivel del mar, con impactos que van desde la amenaza a las reservas de agua dulce en comunidades árticas hasta un mayor riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra y tsunamis que afectan a personas, infraestructuras y líneas costeras.

El hielo marino más antiguo y grueso del Ártico (de más de cuatro años) ha disminuido en más de 95 % desde la década de 1980. En marzo de 2025, el hielo marino invernal del Ártico alcanzó la extensión máxima anual más baja en los 47 años de registro satelital.

El informe subraya una aparente paradoja: durante la temporada de nieve 2024-2025, la acumulación fue superior a la media en amplias zonas del Ártico y se mantuvo elevada hasta mayo. Pero en junio la extensión de la cubierta nival cayó por debajo de los valores normales, en línea con lo observado durante los últimos 15 años.

Actualmente, la extensión de nieve en junio es aproximadamente la mitad de la registrada hace seis décadas, una señal clara de un cambio estructural en el sistema climático ártico.

Uno de los fenómenos más llamativos documentados por el informe es el de los “ríos oxidados”. En más de 200 cuencas hidrográficas de Alaska, el deshielo del permafrost ha liberado hierro y otros elementos que han teñido de color naranja ríos y arroyos anteriormente prístinos.

El aumento de la acidez y la presencia de metales potencialmente tóxicos están deteriorando la calidad del agua, comprometiendo los hábitats acuáticos y acelerando la pérdida de biodiversidad.

Detectado por primera vez a finales de los años 90 del siglo pasado, el “enverdecimiento del Ártico” continúa intensificándose. En 2025, la tundra ártica alcanzó su tercer nivel más alto de verdor máximo desde que existen registros satelitales, prolongando una serie de valores récord o casi récord iniciada en 2020.

Este proceso tiene efectos de gran alcance sobre los ecosistemas, las condiciones del permafrost (suelo congelado) y los medios de vida de las poblaciones árticas, además de influir en el ciclo global del carbono y en el clima planetario.

El informe destaca transformaciones estructurales en curso: la “atlantificación”, que empuja aguas más cálidas y salinas hacia el norte; la expansión de especies boreales en ecosistemas tradicionalmente árticos, y la creciente movilización de metales asociada al deshielo del suelo permanentemente congelado.

“Calor récord, mínimos históricos de hielo marino, glaciares en retirada, calentamiento continuado del océano y eventos extremos sin precedentes están redefiniendo esta región”, señala el informe.

El estudio fue respaldado por la estadounidense Administración Nacional Atmosférica y del Espacio, y por el Programa de Monitoreo y Evaluación del Ártico que asesora al Consejo del Ártico integrado por Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia.

La advertencia final es inequívoca, asienta la OMM: lo que ocurre en el Ártico no se queda en el Ártico. Los cambios en la región que se calienta más rápido del planeta ya están influyendo en el sistema climático global, los océanos y la estabilidad ambiental de todo el mundo.

A-E/HM

Revise también

ips

Trump redefine la seguridad y la política exterior de EE. UU.

Este es un artículo de opinión de Jomo Kwame Sundaram, antiguo secretario general adjunto de …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *