Editorial: terror y poder en Nicaragua

Editorial

En 1884, el Presidente Jose Santos Zelaya, construyó en la loma de Tiscapa, una fortaleza, es la primera edificación que se construye ahí. Durante el mandato de José María Moncada, se construye ahí mismo un palacio presidencial, con todo tipo de lujos, incluyendo unos leones de piedra a su entrada, que recibieran a los visitantes. Luego de una destrucción parcial por un terremoto, en 1934, el general Somoza Garcia, manda a construir sótanos en esa propiedad, con el fin de tener un espacio para torturar a sus enemigos políticos. Un espacio disimulado por que en los salones de techos altos en la planta alta, se realizaba elegantes recepciones diplomáticas a las que asistía la alta sociedad nicaragüense. Modelo similar sería la famosa escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Argentina, donde la dictadura del General Videla tenía sótanos para torturar y salones de fiestas en pisos superiores para que la élite se divirtiera. Pedro Joaquín Chamorro, el legendario periodista nicaragüense, reseña en libro “Estirpe sangrienta: los Somoza”, como acontecía la vida de un preso de Somoza en el Chipote, donde en más de una oportunidad el estuvo detenido. Somoza tenía tigres y leones que llamaba sus mascotas, que eran utilizadas para conseguir confesiones de sus prisioneros.

Hoy no podemos esperar que suceda nada diferente a lo que ha venido sucediendo durante el último siglo.

En 2015, el gobierno de Ortega inaugura una nueva cárcel conocida como el nuevo Chipote, y llamada Cárcel de Auxilio Judicial. El Chipote fue remodelado. Ambos soy hoy centros de torturas en los que se encuentran detenido cientos de opositores al régimen, entre otros, casi todos los candidatos presidenciales que pretendían adversarlo en el espectáculo montado por Ortega para este 7 de noviembre. Ahí los prisioneros no reciben sol, son interrogados sin abogados, son torturados, algunos han sido abusados sexualmente, no tiene cobijas, duermen en el piso, se encuentran en estados de desnutrición, no les permiten recibir a sus familias, ni recibir de sus familias los medicamentos que requieren, tampoco tienen atención medica.

Daniel Ortega se mantiene en el poder, sin recibir el respaldo popular, es decir por medio de componendas y elecciones fraudulentas, desde el 2007. Hoy 7 de noviembre será su cuarta elección seguida. El clan Ortega, tuvo una prolongada luna de miel con el capital nicaragüense, con el expresidente Alemán, con algunos de sus hoy opositores encarcelados, tal y como sucedió con el clan Somoza. Hoy no podemos esperar que suceda nada diferente a lo que ha venido sucediendo durante el último siglo.

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