Angel Edmundo Solano Calderón
Ante el fallecimiento del Dr. Alfonso Carro Zúñiga, lleno de gran sentimiento por quien fue mi maestro y compañero de gabinete, me permito hacer de él una semblanza que me permite ubicarlo en varias fases de su personalidad y de su actuación como filósofo político, académico, ministro, diputado y figura importante del Partido Liberación Nacional.Don Alfonso nació en Juan Viñas, Provincia de Cartago en 1924, haciendo sus estudios primarios en la Escuela Cecilio Lindo de este lugar y el bachillerato en el Liceo de Costa Rica. Licenciado en Derecho por la Universidad de Costa Rica en 1950, doctorado por la Universidad de Madrid en 1953, Profesor de Teoría del Estado desde 1955 en la Universidad de Costa Rica, por espacio de casi 40 años, fue el primer Director de la Escuela de Ciencias Políticas, Diputado 1958 a 1962 y de 1974 a 1978, ocupando en tres períodos consecutivos la Presidencia Legislativa, miembro de la Junta Directiva del Museo Nacional, Magistrado Suplente de la Sala Constitucional, Ministro de Trabajo 1962 a 1966 en la Administración del Presidente Francisco J. Orlich y como tal representante del Gobierno ante la Junta Directiva de la CCSS y del Patronato Nacional de la Infancia, directivo del INVU, Ministro de Gobernación. Su pensamiento en diferentes áreas está contemplado en el libro “Pensamiento Social Demócrata, publicado por la editorial Costa Rica en 1985 y en una gran cantidad de publicaciones en la Revista de Ciencias Jurídico-Sociales de la Universidad de Costa Rica.
El extraordinario mérito de este insigne costarricense es que con este impresionante currículum, logró una total coherencia entre su pensamiento y su accionar políticos. Ideólogo de primera línea en la social democracia, fue lo suficiente pragmático para dejar cristalizado en obras concretas su prédica liberacionista.
Don Alfonso fue siempre un fiel propulsor de la Democracia Social, como complemento necesario de la democracia liberal, llegando a sostener que lo importante es asegurarle a todas las mujeres y hombres, sin distingos de ninguna naturaleza, una participación cada vez mayor, y con arreglo a la justicia, en la riquezas materiales y espirituales de una nación. Equivale a decir, aumento de la riqueza nacional y justicia social con libertad y dignidad. Esta concepción no ha perdido ni debe perder vigencia, debe ser cada día objeto de renovado compromiso de nuestro partido con nuestro pueblo.
Ningún pueblo puede salir adelante sin ideales y sin mística, dice don Rolando Araya en su obra “Vino Nuevo en Odres Nuevos”. Precisamente don Alfonso Carro heredó a una generación de liberacionistas y de costarricenses ese idealismo y esa mística para salir adelante en la construcción de una sociedad cada día más justa, equitativa y educada.
En el actual momento en que la corrupción y la criminalidad han hundido sus garras en nuestra sociedad, volvemos nuestra mirada a hombres como Luis Alberto Monge y Alfonso Carro, leales a su pueblo y consecuentes con los principios y los valores que dieron vida a Liberación Nacional y que deben seguir siendo el fundamento de nuestro accionar político.
Don Alfonso Carro supo hacer efectivos su pensamiento y su accionar pragmático en las ocasiones en que desempeñó cargos públicos. La condición de Ministro de Trabajo que le otorgaba la Presidencia de la Junta Directiva de la CCSS, la aprovechó y desde ese puesto promovió el fortalecimiento de las garantías sociales.
Como Diputado de 1958 a 1962, le correspondió conjuntamente con otros compañeros de fracción, entre ellos, Luis Alberto Monge y Enrique Obregón, hacer realidad la reforma constitucional para universalizar los seguros.
Bajo la concepción de que el seguro social era una auténtica conquista de la clase trabajadora, impulsó y logró la construcción del Hospital México y de la mayoría de las actuales clínicas periféricas del Seguro Social, dejando además prácticamente terminado el edificio de las oficinas centrales del Seguro Social, que dos meses después inauguró el Presidente Trejos Fernández. Pero además de los edificios, era urgente y necesario extender el seguro social a los familiares de los asegurados directos, lo que se logró en 1964, gracias a la visión social del Ministro Carro Zúñiga.
Dentro de este concepto de democracia social, el Dr. Carro Zúñiga visualiza además el derecho del trabajador costarricense para capacitarse, y la necesidad nacional de generar una mano de obra calificada en diversos niveles para hacerle frente a las necesidades del país en su creciente camino hacia el desarrollo. El Sistema Nacional de Aprendizaje era indispensable para alcanzar los objetivos del crecimiento económico y mejoramiento social del pueblo costarricense, frenado por la falta de personal capacitado en todas las esferas de las actividades económicas de la vida nacional y por un sistema educativo tan mal orientado, que requiere del estudiante un esfuerzo de muchos años para obtener una carrera bajo una cansada y férrea disciplina, y por lo general en precaria situación económica, lo que producía el abandono de las aulas en los colegios y el ingreso automático al mundo del empleo.
Este concepto lo tuvo muy claro el Dr. Carro Zúñiga cuando al inicio de su gestión como Ministro de Trabajo y Bienestar Social (hoy Ministerio de Trabajo y Seguridad Social), viajó a Israel para hablar de la necesidad en Costa Rica de establecer la formación profesional, culminando con un Convenio de Asistencia Técnica que le permitió poco tiempo después redactar la Ley de Creación del Instituto Nacional de Aprendizaje Número 3506.
Es una clara muestra de fortaleza ideológica, dijo en aquella ocasión “Promoví aquel entendimiento convencido de que en nuestro país faltaba una pieza maestra en el plan de desarrollo económico y social, que empezaba a formular el nuevo gobierno”.
Otro ámbito en que el Dr. Carro Zúñiga desarrolló su convicción fue el de los sindicatos; convencido que se trataba de una extraordinaria herramienta de la clase trabajadora, siempre creyó en ellos desde la fecha misma en que con Don Luis Alberto Monge ayudó al Padre Benjamín Núñez en la creación de la Rerum Novarum. Ardiente propulsor del fuero sindical, no pudo cristalizar esta idea en la Asamblea Legislativa ante la apasionada oposición de los sectores conservadores de este país. Fue tal la cercanía del Ministro Carro con los sindicatos, que éstos obligaron a los diputados de entonces a retirar un proyecto que pretendía sacar el Ministro de Trabajo de la Junta Directiva de la CCSS, proyecto que tenía nombre y apellido para deshacerse del Ministro Carro en la Junta Directiva del Seguro Social.
Otros aspectos relevantes de la obra del Dr. Carro fue la creación de la Cooperativa Montecillos, de COOPESA conjuntamente con don Rodolfo Solano Orfila de grata memoria, y el Movimiento Nacional de Juventudes.
Don Alfonso Carro fue Rector de La Universidad La Salle, donde continuó dándole al país lo mejor de la excelencia académica, convencido que solo una vasta preparación y una formación integral, posibilitarán a la mujer y al hombre costarricense, la obtención de una mejor calidad de vida, y que además estos principios deben ser básicos en todos aquellos y aquellas que aspiran a gobernar un país.
Don Alfonso mantuvo hasta el final de su vida inalterable su espíritu beligerante en la defensa de los principios liberacionistas y en los valores éticos y morales que uniforman la acción política, conforme él los practicó con celo y devoción.
Sostenía el filósofo inglés Harold Laski, que “al hombre debe valorársele por lo que hace y no por lo que tiene”. Don Alfonso Carro representa el político, el académico, el pensador y el hombre de Estado que entra en la historia del partido y del país por su obra, por su contribución al mejoramiento económico y social de la clase trabajadora costarricense, por su aporte al Derecho, por su total coherencia entre lo que dice y lo que hace, y finalmente por su permanente lucha al servicio de los más puros y firmes principios y valores del verdadero é histórico Partido Liberación Nacional.
En esta nueva cruzada para volver a creer, para recobrar la fe de nuestro pueblo e insuflarnos de optimismo, estoy seguro que la memoria y obra del Dr. Alfonso Carro Zúñiga, estará presente en nuestros corazones y en nuestras acciones, para rescatar la política de la mediocridad, de la falta de transparencia y darle a Costa Rica un nuevo y vigoroso empuje hacia el progreso nacional.
Excelente semblanza que nos realiza el amigo Ángel Edmundo Solano, quien tuvo la oportunidad de ser compañero de gabinete y del PLN del insigne Dr. Alfonso Carro Zúñiga, uno de los más pleclaros pensadores del país, es especial de la Socialdemocracia a nivel nacional e internacional.
El Dr. Alfonso Carro Zúñiga, UN GRAN DEMOCRATA.