Polinesia francesa │ Francia
Cada isla reúne atractivos suficientes para su visita. Bora-Bora es la isla perfecta. Con apenas 10 km de longitud y 4 km de anchura, es un pedazo de tierra dominado por un volcán. Su laguna azul es un lugar de aguas poco profundas, de un color turquesa intenso, en el que se dan cita rayas y pequeños tiburones a los que no les molesta en absoluto el contacto con el hombre. En Huahine se encuentran los restos arqueológicos más antiguos, en medio de paisajes mágicos envueltos en mitos y leyendas locales. Fakarava es un destino prácticamente virgen y en 2007 fue declara da por la Unesco Reserva Natural de la Biosfera. Rangiroa tiene forma ovalada, con arenales por doquier. Taha’a es perfecta para practicar deportes acuáticos, tomar el sol o escuchar cómo tocan el ukelele los nativos. La lista es larga y puede no tener fin.
Basado en 101 destinos de mundo sorprendentes