Angela Ulibarri
Puntarenas se paralizó de la impresión el 28 de junio de 1965,Amaneció muerto en su mecedora, con el rosario en la mano un santo; Fray Casiano de Madrid .en la víspera de sus más ansiado viaje.Hacía pocos días habían hecho una recolecta para comprarle un hábito para que pudiera viajar presentable en barco rumbo a su amada España, país al que nunca había regresado desde que llegó a Costa Rica a los 35 años de edad. Jamás había cambiado sus hábitos raídos y zurcidos y sus sandalias de cuero que tantos lugares habían recorrido. Jamás!! porque eso hubiera sido como quitarle el alimento a alguno de sus hijos tan amados. Años de regar amor, protección y fe.
La obra de Fray Casiano de Madrid fue un monumento a la niñez desamparada.
Todo el amor encerrado en su corazón y toda su vida la dedicó exclusivamente a buscar el bienestar de aquellos niños que fueron víctimas de la incomprensión de sus padres, quedaron huérfanos a muy temprana edad o bien, por alguna circunstancia especial se encontraban en una situación difícil de desorganización familiar.
“Fray” nunca supo decir no a ningún niño desvalido o a alguna persona que tuviera menester de su ayuda. Siempre a la disposición de todos olvidándose de sí mismo.
Ayudó a niños, jóvenes y ancianos.
Fray Casiano María de Madrid tuvo campo en su corazón para todos los niños y para todas las personas que por una u otra razón se acercaron a él en busca de ayuda material o guía espiritual.
Su casa estaba llena de aquellas pequeñas y desvalidas criaturas que el cuidaba junto con su madre, quien enviudó antes de nacer Juan, verdadero nombre de Fray Casiano.y quien se vino a Puntarenas a apoyar para siempre a su único y muy amado hijo.
Y juntos les daban un verdadero hogar.
Sus palabras más comunes:
“No temáis hijos míos, que Dios proveerá.”
“Entrad, que este recinto no es un hospicio, ni un orfanato. Este es vuestro hogar».
“Mientras haya un niño que tienda su mano, mi Obra no terminará”
El proceso para el establecimiento del HOGAR MONSERRAT fue duro y lento , pero con paso firme. La primera casa que tuvo Fray Casiano estuvo ubicada 100 metros al sur de la esquina sur-oeste del estadio Lito Pérez. En ese lugar, recibió a los dos primeros niños, de apellido Watson Saborío, que con el tiempo, se convirtieron en excelentes músicos.
Yo amaba la labor del santo hombre porque cuando íbamos rumbo a la finca que teníamos en Guanacaste era parada obligatoria de mi padre quien bajaba a conversar con Fray Casiano que muchas veces estaba con su rebaño de cabras en la parte externa del Hogar, ubicado en San Ramón, Papi nunca nos dijo que le dejaba dinero Era la verdadera caridad. Que tu mano no sepa lo que hace la otra
Y mi padre, al igual que muchísimas personas, consideraba que la obra de este santo hombre era responsabilidad de todos.
Por eso cuando un grupo de catalanes planteó la posibilidad de hacer un documental sobre el tema me ofrecí a colaborar, y don Oscar Aguilar me responsabilizó por la producción. Hice cinco guiones, y mientras tanto seleccionábamos los personajes. Y todo fue como un milagro .Surgió uno tras otro. El primero fue Alfonso Segura, un español compañero de trabajo que cuando le pusieron una barba era exactamente ver a Fray Casiano. Y Alfonso se enamoró del personaje. En San José y en Puntarenas surgían los actores voluntarios y tan exactos que impresionaban. Entonces hicimos cinco hermosos documentales que tal vez alguno de ustedes pudo disfrutar.
De casualidad vi en el FB de Gabriel Zamora Márquez, uno de sus hijos, hoy abogado y político de renombre, la foto de unos jóvenes del Liceo José Martí cargando un ataúd, y resulta que era el de Fray Casiano. Entonces me di cuenta de la ingratitud de no darlo a conocer a las nuevas generaciones y recordar entre nosotros a este hombre extraordinario que dedicó por entero su vida a los niños más desvalidos, cuyo amor y corazón quedaron para siempre en Costa Rica.
Tomado del FB de la autora