Hace 150 años nacía Ferdinand Porsche
Por Julian Weber y Michael Heitmann (dpa)
Stuttgart/Vratislavice nad Nisou (Alemania/República Checa), 2 sep (dpa) – Por poco, Ferdinand Porsche casi se hubiera convertido en fontanero. Pero siendo un joven oficial, Ferdinand se entusiasmó con el entonces nuevo y maravilloso mundo de la electricidad.
En secreto, el inventor construyó una pequeña central eléctrica con una máquina de vapor y un dínamo, e iluminó toda la casa con bombillas. Esos fueron los primeros pasos hacia uno de los imperios automovilísticos más grandes del mundo: Volkswagen.
Porsche nació el 3 de septiembre de 1875, hace 150 años, en el taller de su padre Anton, en la actual Vratislavice nad Nisou (Maffersdorf), en la República Checa.
Su padre confirmó así que Ferdinand estaba para más y el joven viajó a Viena. Se convirtió en pionero del coche eléctrico, pero mientras estas primeras innovaciones cayeron pronto en el olvido, Porsche hizo historia en el mundo del automóvil con otro desarrollo.
En la casa natal reconstruida, que desde 2016 es un museo de Skoda, filial de Volkswagen, lo recuerda un coche antiguo decorado con cromados: un Volkswagen Escarabajo de 1950 con ojos saltones y «ventanas de pretzel». Hasta el final de la producción en 2003 se fabricaron más de 21,5 millones de Escarabajos en diversas variantes.
El primer Volkswagen (coche del pueblo) representa sin embargo el lado oscuro y poco glorioso de Ferdinand Porsche: su vinculación con los nazis.
El precursor del Escarabajo surgió a raíz de la exigencia del dictador Adolf Hitler de crear un automóvil pequeño que no costara más de 1.000 Reichsmarks.
Porsche desarrolló el llamado Kraft durch Freude (KdF, Fuerza a través de la alegría), pero hasta el final de la guerra solo se fabricó una pequeña serie. La producción militar de vehículos todoterreno y anfibios basados en el primer Volkswagen tuvo prioridad.
Los nazis nombraron a Porsche «líder de la economía de guerra» y presidente de la entonces influyente Comisión de Tanques. Después de la Segunda Guerra Mundial, las autoridades de ocupación francesas lo mantuvieron detenido durante 22 meses. Lo acusaron de haber utilizado mano de obra forzada, pero nunca fue acusado de crímenes de guerra.
Ferdinand Porsche murió el 30 de enero de 1951 en Stuttgart. Allí se había establecido por su cuenta en 1931 luego de estar desempleado, y con la fundación de su oficina de diseño sentó una de las bases del futuro imperio familiar.
Los descendientes del legendario diseñador del Escarabajo controlan hoy en día la mayoría de los derechos de voto del grupo Volkswagen a través de un holding.
Desde 2022, también vuelven a tener una minoría de bloqueo en su filial Porsche, el fabricante de coches deportivos y todoterreno con sede en Stuttgart y que cotiza en bolsa.
Pero no siempre fue así porque después de la guerra Volkswagen era de propiedad estatal y no se privatizó en su mayor parte hasta 1960. En Stuttgart, Ferry Porsche convirtió durante ese tiempo la oficina de diseño de su padre en un fabricante de coches deportivos.
Ambas empresas siguieron vinculadas e incluso desarrollaron coches de forma conjunta.
Sin embargo, la familia no entró en escena como propietaria de Volkswagen hasta hace unos 20 años. En aquel entonces, el fabricante de coches deportivos se incorporó al grupo de Wolfsburgo, pero perdió la apuesta con la adquisición.
Al final, Volkswagen dio vuelta la situación y se tragó a la empresa de Stuttgart. Por eso, Porsche es una de las diez marcas del grupo Volkswagen y no al revés.
Sin embargo, las dos ramas familiares descendientes del diseñador del Escarabajo, Porsche y Piëch, llegaron a poseer la mayoría de las acciones ordinarias decisivas de Volkswagen.
«Con su extraordinario talento técnico y su incansable ingenio inventivo, mi abuelo sentó las bases de una empresa que, hasta el día de hoy, es sinónimo de ingeniería y capacidad de innovación», destacó su nieto Wolfgang Porsche a dpa.
Porsche, de 82 años, aseguró que su abuelo dejó una huella duradera en la historia del automóvil en Alemania y más allá como diseñador y fundador de la empresa.
Además de Wolfgang Porsche, hay otra figura decisiva en la familia: Hans-Michel Piëch. Este hombre, de 83 años, dirige su rama familiar y, al igual que su primo, forma parte de toda una serie de consejos de administración y comités. Muchos otros miembros de esta extensa familia también ocupan puestos influyentes en el imperio automovilístico.
Desde hace tiempo se especula sobre quiénes podrían ser los sucesores designados por los dos patriarcas, pero aún nada está definido, en medio de las críticas por la concentración de poder en estas familias multimillonarias.