De insultos, tuits, publicaciones y fanatismo

Ágora*

Guido Mora Mora
guidomoracr@gmail.com

Xiomara Rodríguez quien, por si usted no la he escuchado nombrar –cosa que es absolutamente posible-, es otra una de las “connotadas diputadas” del Partido Restauración Nacional, expresó el día de ayer, mediante publicación en el Diario La Nación, “que le preocupaba que, a pesar de haber apoyado inicialmente la iniciativa, algunos diputados se están manifestando en contra de impulsar en el Plenario Legislativo, la votación de la moción de censura, contra el Ministro de Educación Edgar Mora.

Sus declaraciones se refieren expresamente a la aparente pérdida de respaldo por parte de Carlos Ricardo Benavides y los miembros de la Fracción Legislativa del Partido Liberación Nacional, a votar afirmativamente esta iniciativa.

Carlos Avendaño, “líder de los escaladores y la cabeza del grupo de ungidos” por su parte, tiene claro que no hay voluntad política para tramitar esta votación, que no tiene los 38 votos para aprobar esta moción de censura o condenar algunas otras acciones, que sólo buscan oponerse irracionalmente, a algunas acciones o posiciones del Poder Ejecutivo o algunos de sus representantes. Ante esta realidad, ha expresado Avendaño, que “ya el Ministro tuvo una censura pública y que esto se ha evidenciado tanto en el Congreso, como en el seno de la opinión pública”.

Otros diputados del Partido Liberación Nacional como Silvia Hernández, Luis Antonio Aiza y Yorleny León, han manifestado expresamente, que aún no toman una decisión mayoritaria de la bancada, para apoyar el trámite de la moción impulsada originalmente, por los diputados del Partido Unidad Social Cristiana y Restauración Nacional.

Junto con esta iniciativa, vale la pena mencionar la tramitada por el diputado Jonathan Prendas, otro de los “restaurados”, que ante la oleada de insultos que reciben en la redes sociales, por sus “malas lecturas o reiteradas ocurrencias”, pretenden sancionar a los “pecadores y pecadoras” que, en las redes sociales, ofendan con insultos a diputados (as) u otros funcionarios públicos.

Al parecer, este conjunto de “pastores y pastoras”, no han logrado entender que sus labores no las desempeñan actualmente dentro de una congregación de ovejas silenciosas y obedientes. No han logrado comprender que los funcionarios electos popularmente se desenvuelven en una “pecera mediática”, que trasluce cualquier comportamiento, declaración o actitud que, como funcionarios públicos, realicen.

Es por ello que el gasto excesivo en combustible por parte de la “fracción restauradora”, los textos leídos de manera improvisada o las ocurrencias que puedan surgir de la cabecita de estas criaturas, serán tema de ataque, de evaluación o de crítica, por múltiples sectores socio-políticos que conforman la plural realidad social costarricense.

Me parece conveniente y considero prudente la actitud de algunos diputados del Partido Liberación Nacional que, aparentemente, han tomado distancia del grupo de los 14, quienes más que reaccionar con olfato político, actúan a la luz del fundamentalismo religioso que les guía y que, difícilmente les abandonará durante estos cuatro años.

Comprendemos que en algún momento Restauración Nacional puede haber sido un aliado político conveniente para Liberación Nacional. Sin embargo, esa agrupación política no puede transformarse en la defensora de cuanta idea disparatada puedan querer impulsar Avendaño y sus ovejas.

Me parece conveniente y oportuno, que el jefe de fracción liberacionista, comience a perfilar el comportamiento de la fracción parlamentaria, orientándola a preocuparse por temas realmente trascendentes, vinculados con el mejoramiento de las condiciones sociopolíticas de las diversas zonas geográficas del país, apegados a la racionalidad política y se aleje del impulso de disparates fraguados a la luz de la infalibilidad del dogma de la fe.

Es de esperar, por la trayectoria histórica del Partido Liberación Nacional, que su bancada legislativa ejerza una oposición responsable, a diferencia de quienes, por las pocas luces que los caracterizan, al parecer, se dedicarán a criticar sin sentido y a oponerse sin argumentos, a las acciones y decisiones del Poder Ejecutivo, sin percatarse que las elecciones ya pasaron y que ahora, es deber de todos, trabajar por el bien de Costa Rica.

* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.