Gilberto Jerez
beto.tigre@hotmail.com
En estos tiempos criticar es un riesgo, cualquiera diría que el deporte de uno al criticar, es creerse impoluto y hasta excelso.
Pero no.
Se trata de otra cosa: es machacar y reclamar sobre algo que uno aprendió, lo ha vivido, lo ha valorado siempre y ha tenido miles de ejemplos como para defenderlo.
En la Costa Rica de hoy llegamos a un estado político donde hay dos formas de ver la política totalmente opuestas.
Para unos, los representantes de esa «galería de sol» que bien definió don Beto Cañas, se trata de una lucha por el poder que les asegure una dominación sobre la sociedad y las ventajas a que creen tener derecho por ello.
Para otros, entre los que yo me cuento y creo que estamos casi en extinción, la política es un esfuerzo para hacer reinar el orden, el desarrollo, las oportunidades y la justicia para asegurar el bien común
Para la gradería de sol que hoy lucha sin cuartel por la hegemonía y el dominio de una maquinaria electoral, con alianzas extrañas, espurias y hasta faltas de ética; la política es la forma de mantener los privilegios de una minoría sobre la mayoría…
Para los que piensan distinto, respetan principios partidarios y conocen la historia; simplemente la política significa un medio para integrar a todos los individuos en una comunidad con oportunidades para TODOS.
Es incluso la mejor arma contra el resentimiento social y la izquierda trasnochada, la del quítate tú para ponerme yo. La de los Evos, Correas, Ortegas, Maduros o los psicópatas misóginos como Trump.
No hay hombres absolutamente probos, mucho menos virtuosos absolutos en sus dones, en el campo de la política todos aspiramos de diferente forma, algunos creemos merecer una patria de oportunidades con gobernantes justos, de buen acervo y proceder comprobado…
Sabemos que como dice el soberano: Que en política el que no tiene dinga, tiene mandinga. Por ello hay que convencer.
Nada más.
Nadie cambia el dulce por lo amargo y si acaso se queda con lo agridulce en algunas ocasiones.
Hoy en tiempos de política y candidatos a granel, cuando la gente pierde la perspectiva y pretende hacernos creer que es la persona ideal para gobernarnos; debemos ser muy cautos y prudentes…
Como dice el pueblo y vale ahora más que nunca en tiempos de Cuaresma: “La Magdalena no está para tafetanes”
Por eso no deberíamos callar, la crítica sana es un buen aliciente para cambiar a cosas mejores.
En los últimos dos gobiernos, que deberían servirnos de ejemplo, vemos como, injustamente, hemos desvalorizado a la crítica, prostituido la información, manipulado las encuestas y hasta hemos sido testigos de mancuernas y alianzas que uno creía imposible.
Hoy el insulto y la calumnia tienen más eco y más testaferros para diseminarla por la frágil conciencia ciudadana.
La corrupción y la impunidad campearon por cuatro años en el gobierno de una ilustre dama de pedigrí y sangre azul oriunda de un populoso y conflictivo cantón de San José.
Este gobierno nos terminó de minar en nuestra fe y confianza porque el «líder» no tuvo hormonas para guiar la carreta. Nos ofreció un cambio, pero no nos dijo que… su chuzo estaba mocho.
Pareciera que el millón trecientas mil voluntades no fueron suficientes para mejorar sus hormonas y hacerlo nadar con buenas brazadas y no con el nadadito de perro que le ha caracterizado en su mandato.
Tuvo miedo el hombre! Quizás por ello es tan dado a los disfraces… camuflarse es bueno cuando se padece de pusilanimidad.
Lo amedrentó la mirada de Albino, se le aflojaron los intestinos ante algunos empresarios y «poderosos» medios de comunicación que le hicieron un “bullying” sistemático, enfermándole de incontinencia y de excretar involuntariamente…
Lo asustaron los mismos que hoy, aunque parezca increíble y no se pueda uno ni siquiera imaginar, tienen candidato dentro el partido que han pretendido destruir durante sesenta y tres años.
Cosas veredes amigo Sancho, decía don Alonzo Quijano, el Quijote de la Mancha.
Relegamos la historia y la reducimos a lo más simple, hoy no causa ninguna sorpresa ver como los intereses de unos cuantos hacen palidecer lo logrado en los albores de la Segunda República.
Como no criticar cuando tenemos “poli-ticos” como esos, que hasta el Santo padre les aconseja y ruega que no hagan daños a la patria metiéndose en política y organizaciones de bien común.. mucho menos que se le ocurra meterse al Seminario.
Y esto que, de seguro, no sabe el pontífice que aquí, en nuestra Costa Rica el deporte favorito de algunos cristianos, “obispos” y pastorcillos de poca monta es la política que, para ellos, es algo así como los Toros a la tica:
Algo muy popular que da buenos réditos y fácil modus vivendi…
Apenas para los que tienen mucha ambición, poco conocimiento y aborrecen al trabajo.
Con estos comentarios salidos del alma y la impotencia solo pretendo decirle y preguntarle amigo:
¿Creen ustedes que debemos callar?
¿Creen ustedes que, dentro del relativo marco de la probidad, la honestidad y el amor a la patria que pueda tener un político… esos que gastan millones en promesas y propaganda… sean tan honestos, no provengan de la gradería de sol y quieran tanto a la patria que merecen nuestro voto?
Si tienes hijos y nietos deberías decir algo amigo. Criticar con buenas intenciones es sano, aunque a la “gradería” no le guste.