Centenario del cantón de Dota

Cuaderno de Vida

Gustavo Elizondo Fallas

Gustavo Elizondo

Hace 100 años, en la segunda administración de don Ricardo Jiménez, mediante la Ley N.º 80 del 23 de julio de 1925, se constituyó como tal, conformado por tres distritos, los actuales Santa María, Jardín y Copey más El General, Ureña, Rivas y Daniel Flores quienes pocos años después se separarían para constituir el cantón de Pérez Zeledón.

No podemos pasar por alto en la historia del cantón, a quienes habitaron estas tierras por primera vez a los Huetares de Oriente, súbditos del Cacique Guarco, que habitaron en la parte central del valle y que dejaron su legado en un cementerio indígena que lamentablemente fue saqueado por un extranjero en los años sesenta del siglo pasado, pero no se pudo llevar las piedras que con sus figuras resguardan la historia.

Como no mencionar a aquellos habitantes de San Marcos que en 1863, encabezados por el patriarca José María Ureña, los cazadores que divisaron el valle: Antolín y Eleuterio Umaña, además de Encarnación Zúñiga y José Sabas, que subieron por la rivera del río Parrita brincando obstáculos y lo que decían los hermanos Umaña era cierto, habían llegado a una pequeña sabaneta, el centro de un valle perfecto, donde luego de los respectivos denuncios se trasladarían con sus familias y otros conocidos, a habitar la tierra que sería primero Santa María y que luego de 62 años, se separaría del cantón madre Tarrazú para constituirse en el cantón de Dota, nombre atribuible al cacique Ota, que tuvo estas tierras como lugar de paso en sus travesías hasta la costa.

Hechos importantes sucedieron durante estos 62 años, constituirse en Parroquia en 1871 por iniciativa del Padre Domingo Rivas y en contra de la voluntad del padre Zavaleta que consideraba que Santa María era el poblado con más desventajas para obtener ese título, la llegada del primer maestro el nicaragüense Carmen Luna, el primer sacerdote Bruno Pereira, la presencia de don Pedro Pérez como exiliado en el año 1880, las primeras siembras del café que trajo don Alejo Morales desde Desamparados, la construcción de los primeros caminos, más que eso, picadas para carretas, el primer correo y telégrafo, las primeras cañerías, los avances en agricultura y ganadería impulsadas por don Emigdio Ureña y la representación política ante la Municipalidad de Tarrazú.

No vamos a dar mucho detalle de las disputas que siempre se han atribuido al momento de constituir el cantón y de la influencia que se pudo haber dado desde el Valle del General pensando en una futura separación, vamos a pensar que todos tenían sus razones y lo importante es que al final de cuentas todos los doteños hemos puesto nuestro granito de arena para hacerlo cada día mejor. Lo cierto es que, en el año 1925, el movimiento liderado por don Próspero Mena, aprovechando sus buenos contactos políticos y el apoyo de una gran parte de la población incluyendo los generaleños, logró imponerse sobre la tesis de que la separación de Tarrazú nos haría más débiles y que era mejor mantenernos unidos. Se publica el decreto de creación del cantón y meses después se integra la primera Municipalidad que empieza a administrar los pocos recursos con que contaba para encaminar al cantón hacia lo que es hoy en día.

Durante estos 100 años se han dado hechos sobresalientes que nos llevaría días comentar, pero rescatamos:

  1. La guerra civil de 1948, convirtió a Santa María en el Cuartel General de las tropas rebeldes, hecho que se recuerda con el monumento que encontramos en el parque, donde la Patria con forma de mujer, abraza a sus hijos con la idea de protegerlos y de que no se vuelvan a enfrentar.
  2. La defensa de las fuerzas vivas contra la destrucción de los bosques por partes de la empresa Stabapari que llevó a su salida y lo más importante, a la creación de la Reserva Forestal Los Santos que protegió el 80 % de su territorio y que nos hace decir hoy día con orgullo, que somos el cantón Ecológico de Costa Rica.
  3. Las mejoras en las vías de comunicación, en especial hacia la GAM, que llevaron de las dos jornadas de carreta de principios del siglo pasado a durar menos de 2 horas para llegar a San José.
  4. El fortalecimiento de la educación, con la construcción del edificio de la Escuela República de Bolivia en 1940 y el nacimiento del Colegio en 1972.
  5. El desarrollo de tecnologías como las pequeñas plantas eléctricas, los primeros radios, los cines, la llegada de la electrificación en 1969 por medio de Coopesantos.
  6. Los centros de diversión como los salones El Arbolito, El Alto, El Apolo 11 y la Cueva.
  7. El desarrollo comercial, no tan intenso como en otros cantones, pero que fue importante, negocios como La Bolsa Mercantil, las pulperías de don Nardo, don Vicente y don Abel, el Estanco.
  8. El impulso de nuestro café en los mercados gourmet del mundo.
  9. La música como un arte que arrancó con el cantón por medio de la filarmonía que cumplió también 100 años.
  10. Los artistas, científicos y profesionales de gran valor que son hijos e hijas del cantón de Dota.
  11. La consolidación del turismo en el cantón en especial en las partes altas, como San Gerardo, Providencia, Copey, a sabiendas que aun tenemos más que mostrar y es quizás nuestra mayor riqueza.

El pueblo que no sabe de donde viene, tampoco sabrá hacia donde va, no olvidemos nuestra historia, no olvidemos a quienes en un momento voltearon la montaña pero que luego la protegieron, no olvidemos los valores que los distinguieron y sobre todo, defendamos su legado.

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Un comentario

  1. GUSTAVO ELIZONDO FALLAS

    Por respeto a los lectores, se nos fue una falta de ortografía, esta «rivera» es con b, porque se refiere a margen de río y no riachuelo que si es con v.
    Con respecto al nombre del río, oficialmente se llama Pirrís, luego se une con el Candelaria para formar el Parrita que desemboca en el Pacífico, pero el doteño siempre lo ha llamado Parrita, de ahí que nos adaptamos a esa idea.

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