Casta judicial

Luis Alejandro Álvarez Mora

En la cultura milenaria que se dio en la India se desarrolló un sistema de castas que se mantiene vigente hasta la fecha. Recién se eligió al Presidente de la Nación a Ram Nath KOVIN, que proviene de la casta de menos rango: los dalitss. Una casta sin privilegio alguno: nacen destinados a las peores labores manuales, entre ellas recoger las heces humanas manualmente. Al otro extremos están los Brahmán, élite sacerdotal con los privilegios que conlleva.

Acá a miles de kilómetros de esa realidad, en este pequeño país donde se nos ha educado de que todos somos iguales, aunque algunos más iguales que otros, y con una cultura vallecentralista, con el paso de los años y a través de las décadas, una serie de grupos de interés han logrado negociar para su beneficio propio privilegios en las remuneraciones, beneficios.

Eso que hoy se llaman “pluses”, que dan origen a algunos privilegios cuales castas de alta jerarquía, que excluyen al resto de la población y ya hacen fruncir el ceño a muchos.

El tema de las pensiones ha sido otro tópico que, en vista de los cambios demográficos, se han tenido que atender para poder dar sostenibilidad a los sistemas, y garantizar sustento económico para la población de adultos mayores.

El régimen IVM nos cobija a la gran mayoría de los ciudadanos y es la base con la que cuenta un amplio sector de la población para tener un sustento en sus años dorados. Este régimen hoy está en crisis y debe de hacerse un esfuerzo de todos como nación para lograr efectuar los cambios que correspondan para hacerlo sostenible y que produzca los dividendos para garantizarnos que si habrá suficiente para todos.

En un momento histórico y de una realidad económica del estado, muy diferente a la actual, se establecieron varios regímenes para las pensiones, uno de ellos el de los funcionarios del Poder Judicial.

Si bien la ley otorga el derecho a la pensión, el régimen, no garantizan monto alguno.

El monto no es un derecho, el gozar del beneficio si.

El régimen de pensiones del Poder Judicial no es sostenible, y aunque gozan de beneficios que el resto de los ciudadanos no los disfrutamos, no pueden pretender los funcionarios judiciales que les paguemos con el dinero que aportamos todos los ciudadanos con las cargas tributarias, y que son fondos que se necesitan para otros fines.

No es válido que, estos funcionarios, pretendan privilegios como si fueran una casta de las que comentábamos al inicio de esta entrega.

Hoy nos vemos afectados por una huelga que busca que se resuelva el tema de las pensiones del Poder Judicial de una manera favorable para los intereses de un pequeño grupo que tiene beneficios superiores a los que gozan el resto de la población.

La Costa Rica de hoy no está para sustentar privilegios a costa del bien de otros, no hay espacio para un grupo que por laborar para uno de los poderes, la sociedad les financie en parte su régimen de jubilaciones.

Costa Rica no necesita, ni puede costear, una casta judicial.

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Abogado y Notario Público

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