Guido Mora
Desde las pasadas elecciones hemos escuchado voces de duda y disidencia de quienes, por apostar al origen divino de un candidato, no aceptan el resultado del pasado proceso electoral. Esa actitud incluso ha llevado a cuestionar las acciones del Tribunal Supremo de Elecciones, baluarte de nuestra democracia política.
El triunfo del Partido Acción Ciudadana en abril de 2018, fue el resultado de la falta de credibilidad de un grupo y de la confianza que generó el otro actor político, ante la improvisación y la falta de preparación del candidato de Restauración Nacional. No se puede perder de vista que la votación de más de un millón de costarricenses y el triunfo de Carlos Alvarado, es el reflejo del ejercicio democrático y de la voluntad de las mayorías.
Los costarricenses, amantes de la paz, no estamos de acuerdo con la agresión física o psicológica a ningún sector o grupo social. Los costarricenses respetuosos históricamente de los Derechos Humanos, suscriptores de los convenios promovidos por la Organización de Naciones Unidos y respetuosos de los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no podemos estar de acuerdo con grupos que pretenden irrespetar el Derecho Internacional y volver a la prehistoria jurídica que promueven sectores ultraconservadores
El presente y futuro de Costa Rica no puede quedar en manos de charlatanes e improvisados. Ya hemos sido testigos del resultado de sus acciones en la Asamblea Legislativa.
Como ciudadano, quiero hacer un llamado a todos los costarricenses:
Tenemos la obligación y el compromiso ante las futuras generaciones, de actuar conjuntamente para superar los problemas económicos y políticos que enfrenta nuestra sociedad.
Es imprescindible que entendamos, aunque otros quieran ocultarlo, que estos problemas no son el resultado de los aciertos y errores de una Administración, sino que son la cosecha del conjunto de errores y desaciertos que hemos cometido como sociedad, a lo largo de muchos años.
Hago un llamado a los líderes políticos, para que abramos los canales de diálogo institucional. Al Gobierno y particularmente al Presidente Carlos Alvarado, para que busquemos los canales de comunicación que nos permitan enfrentar pacíficamente y resolver los desafíos que enfrenta nuestro país.
A todos los costarricenses, los invito a reflexionar y entender que la atención y solución de nuestros problemas, debe fraguarse en un clima de paz y armonía.
Tenemos la obligación de detener el discurso sedicioso de grupos, que instrumentalizando el discurso religioso a favor de sus intereses, manipulan a diversos sectores sociales, por medio de noticias falsas o medias verdades
Contra la paz de Costa Rica nadie tiene derecho a atentar. Esos sectores que invitan a la sedición, están jugando con fuego y todos podemos quemarnos…
Soberbio don Guido, un comentario reflexivo e inteligente en medio de tanta basura informativa y tanta sedición generada por dirigentes sindicales desquiciados, diputados guerrilleros, trostkistas disfrazados de estudiantes, pastores metidos a políticos.