San José, 30 de junio de 2021
Querido viejo, mi querido viejo don Rolando Araya Monge:
Tenga un cordial saludo de un tipo que probablemente Usted no conozca, pues no soy militante activo del PLN ni estoy en su campo de interés, pero por las redes sociales fui un ciudadano que se hizo escuchar y alentó a muchos compatriotas a no insultar, ni quejarse inútilmente por las redes sociales, de la profunda crisis de gobernabilidad, corrupción e impunidad que vive el país…
Porque en vez de erradicar por las ‘armas’ este ‘cáncer’ de incompetencia y maldad que extiende sus tentáculos desde hace casi ocho años por todo el país, los ticos sabemos muy bien es en las urnas en donde se pueden erradicar a los políticos corruptos de turno en el poder. El pueblo se equivocó y perdió dos veces desde 2014, pero también el pueblo enmendó su error en las urnas el pasado 06 de junio escogiendo a la fuerza y coherencia para el cambio.
Fue masiva la protesta electoral. Esa fecha, al mediodía, mi entusiasmo de semana anteriores no acababa, y anunciaba en mi muro, sin temor a equivocarme, votación figuerista era inusitadamente masiva. Y así sucedió.
Durante la campaña Usted fue la ‘cereza en el pastel’, el precandidato más chistoso y ameno que encendió como nunca el ambiente cívico, pero sin dejar de lado su estilo de pensador profundo y filosófico que conocemos todos por su programa radial ‘Cubases tiernos’. Al final ese día de la convención su arduo trabajo le aportó un muy digno y respetable 26% del electorado, cantidad increíble de sufragios, mas, que no le alcanzó para ganar contra el demoledor 35% del ingeniero don José María Figueres Olsen…
Es eso: en esta tenebrosa coyuntura política y de salud que vivimos, hoy más que nunca requerimos los ciudadanos construir las autopistas y puentes del futuro, y no me refiero a toda esa obra corrupta y degradada que se ha ejecutado en estas dos últimas administraciones, sino a la infraestructura moral, educativa, cultural y jurídica de la Patria.
Si para usted ser el jerarca de Educación no es una trinchera para el cambio, es que se ha nublado un poco el alma por la pérdida en las mesas de votación. Pero no olvide, Usted prometió apoyaría al ganador, y estoy seguro terminará honrando su palabra cuando se aclaren los nublados del día. Aquí, estimado don Rolando, no ha perdido una guerra porque no es Usted un general del bando enemigo, no, querido ingeniero químico: Usted es de los nuestros, de los millones de costarricenses que, de un partido u otro (o bien de ninguno, como es mi caso), sabemos hoy más que nunca la división partidista interna sólo ayudará a profundizar esta crisis y a darle poder a fuerzas más oscuras que las presentes hoy en Zapote: Costa Rica no va a ser un laboratorio de fundamentalistas religiosos que muy convenientemente en este segundo semestre, el tramo final hacia las generales de febrero de 2022, se disfrazan de muy republicanos, sabiendo, todos, los ‘lobos’ que son, posiblemente más peligrosos que la ‘izquierda capitalista’ latinoamericana (una paradoja ideológica) moviendo sus hilos desde Cuba y desmantelando y sumiendo en el caos y la miseria a naciones hermanas como Venezuela, Argentina, Perú, Nicaragua, México…
No, estimadísimo don Rolando: casi nadie recuerda a diputados de la época política de don Mauro Fernández… Tanto como él, Usted tiene, como Maestro e indiscutible líder, la más idónea trinchera, la herramienta perfecta que necesita la nación: llevar el conocimiento y ética que tanto requerimos actualmente desde la función pública.
Usted es tan querido como el personaje de ‘Mi viejo’, esa bella y profunda tonada que en 1969 lanzaron los compositores José Tcherkaski y Piero Antonio Franco De Benedictis. A fuerza de vivir, Usted es hoy un querido, sabio y venerable viejo, un escaso ‘roble’, casi en extinción Padre de la Patria. Lo queremos en la mejor trinchera para el cambio: el vital Pilar de la Educación para esta nación, hoy dispersa y confundida a causa de unas cuantas hienas políticas y empresariales.
Acepte, por favor, ese inmenso honor que su colega, el ingeniero José María Figueres le ha hecho con tanta lucidez y amabilidad. A la hora de tomar decisiones, nunca olvide sus genuinas raíces.
Recurro siempre a esta, la que considero una bella y profunda disertación filosófica de nuestro tiempo, le ruego vea el vídeo:
¡Fuerza y Honor en momentos oscuros!
Sin otro particular, Su más Sincero Servidor, de Usted y doña Leny,
Frank Ruffino
Escritor