ZONA VIOLETA
Cada cuatro años hay un año bisiesto que dura 366 días en lugar de 365. Sus orígenes se remontan a la época del emperador romano Julio César y se relacionan con hacer coincidir el año solar con el calendario. Una antropóloga nos habló sobre su historia y el significado que le dan las distintas culturas. ¿Un año de buena o mala suerte?
Mientras que el calendario gregoriano establece que cada año dura 365 días, la Tierra demora 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,10 segundos en dar la vuelta al Sol. Para compensar este desfasaje lo que se hace es agregar un día a febrero cada cuatro años.
«La decisión de incorporar este día la tomó Julio César en el año 46 a. C. con la explicación de que si esto no se hacía había una descompensación entre el calendario y el comienzo de las estaciones. De no ser así, estas no empezarían con los equinoccios y solsticios como sucede ahora», dijo la antropóloga uruguaya Rossana Passeggi.
En ese entonces se decidió que el día extra se iba a agregar entre el 23 y el 24 de febrero, lo que dio origen al nombre latín bis sextus dies ante calendas martii que en español significa: el sexto día antes del primer día del mes de marzo. Fue recién en el siglo XVI, cuando el Papa Gregorio XIII decidió cambiarlo para el 29 de febrero.
El hecho de que se trate de una fecha especial, que solo existe cada cuatro años, dio origen a varias creencias en torno al día y al año bisiesto en general. En Latinoamérica, por ejemplo, hace algunas décadas se lo consideraba como «un día malo».
«Quedó un poco aquello de ‘bisiesto siniestro’. Es un día extraño porque se incorpora a la vida cada cuatro años. Entonces a la gente le sonaba como algo feo, algo malo, y esas supersticiones traen como consecuencia el hecho de que hay decisiones que no se toman ni en esos años, ni ese día puntualmente», agregó Passeggi.
Contó que algunos «sucesos desgraciados» ocurrieron en años bisiestos: el hundimiento del Titanic en 1912, el comienzo de la Guerra Civil española en 1936, el asesinato de Mahatma Gandhi en 1948 y el de John Lennon en 1980.
Pero no todo es negativo, en Irlanda y en Inglaterra se considera al 29 de febrero como el Día de los Solteros.
También se piensa que este es el día en el que las mujeres le proponen matrimonio a los hombres. La película Propuesta de Año Bisiesto muestra esta tradición festiva.