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Por Florian Gut (dpa)
Berlín, 13 jul (dpa) – El dackel, teckel o perro salchicha es una figura de culto en Alemania, que los fans del pequeño amigo de cuatro patas ven ahora en peligro por una reforma de la Ley de Bienestar Animal.
En torno al perro salchicha, mascota de los Juegos Olímpicos de 1972, fiel compañero en series de televisión o adorno en el tablero de los coches, se ha desatado un debate nacional en el que chocan diferentes puntos de vista.
Para los criadores de perros, las nuevas normas previstas sobre la llamada «cría mediante tortura» van demasiado lejos y, en su opinión, también restringen ampliamente la cría de animales sanos.
En concreto, el plan del Gobierno federal consiste en garantizar que determinadas características perjudiciales para los animales, como las patas cortas, no puedan transmitirse mediante la cría.
Los defensores de los derechos de los animales acogen en principio con satisfacción la reforma prevista por el ministro de Agricultura, Cem Özdemir, del partido Los Verdes. Aunque también ven necesario introducir mejoras.
¿Por qué es tan controvertido este asunto?
Apenas hay otra raza canina en Alemania con tantos animales como el teckel. Según el Kennel Club alemán, en 2022 se registraron casi 6.300 cachorros de teckel en sus clubes miembros: solo el pastor alemán es más popular.
Heike Maiwald, portavoz del Club Alemán del Teckel 1888, un club de cría de perros con más de 20.000 miembros, asegura para mucha gente el perro salchicha forma parte de su infancia: «No son raros los propietarios de perros salchicha que van por el tercero o el cuarto y siguen fieles a la raza durante toda su vida».
Para Maiwald, el perro salchicha simboliza Alemania como ningún otro animal, hasta el punto de que podría reemplazar al águila federal en el escudo nacional.
¿Qué dicen los criadores?
Maiwald y el Club Alemán del Teckel defienden que las características que se mencionan dejaron de corresponder hace tiempo al objetivo de cría del perro salchicha alemán de raza y son rechazadas por sus criadores.
En cambio, argumentan, el verdadero problema son los perros salchicha criados de forma negligente o los criadores que operan según normas mucho menos estrictas desde el extranjero. Y a éstos no les afectaría la ley, lamentan.
La Asociación Alemana para la Protección de los Animales ve una laguna en la ley, precisamente porque no se prohíbe la importación y el comercio de animales con características de cría mediante tortura, que podrían luego traerse a Alemania.
Özdemir aclara, sin embargo, que la cría de animales sanos sigue estando permitida: «Esta ley no prohíbe el perro salchicha, es una ley a favor del perro salchicha porque le ayuda a vivir sin dolor».
No obstante, el Club Alemán del Teckel la critica por ser demasiado vaga y dejar demasiado margen a la interpretación sobre lo que constituye cría mediante tortura.
