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Fernando Berrocal
A la vez y en las mismas urnas, el pueblo decidió elegir a 47 Diputados y Diputadas de otros partidos políticos y solo a 10 integrantes de la bancada oficial. El pueblo decidió así que el gobierno esté en minoría en la Asamblea Legislativa. Esa es la realidad política nacional. No es ninguna otra y, esa realidad, significa una debilidad objetiva y estratégica para el Poder Ejecutivo.
Sin duda, las elecciones las ganó la campaña que interpretó, correctamente, el enorme nivel de hartazgo y frustración de los costarricenses por la situación política, económica y social de los últimos 20 años. Así de simple y de claro. El voto lo decidió la palabra CAMBIO y … el “¡Yo me compro la bronca!”. Esas palabras, dichas con fuerza y a la yugular, llevaron a Rodrigo Chaves a la Casa Presidencial, en hombros de una enorme ola de apoyo en los electores.
El PLN y sus estructuras partidarias perdieron las elecciones cuando el OIJ detuvo y exhibió esposados a varios de sus alcaldes y, esa demoledora imagen anticorrupción impactó fuertemente la conciencia nacional. Los Directores de la Campaña del PLN nunca entendieron el alcance de ese enorme hartazgo nacional y su línea de propaganda no supo construir un relato para llegarle al corazón del pueblo. Aun así, José María Figueres, a pulso y con un gran esfuerzo personal, obtuvo el 47% de la votación y 1 millón de votos.
El 1 de mayo, los Diputados eligieron a Rodrigo Arias del PLN como presidente de la Asamblea Legislativa. Esa elección, en los meses siguientes, demostró ser determinante para el necesario equilibrio funcional de pesos y contrapesos democráticos, en las relaciones entre esos dos Poderes del Estado. Así, desde el 8 de mayo, con el Cambio de Poderes, la vida política nacional se ha concentrado en debates y negociaciones difíciles y complejas entre la Casa Presidencial y los Diputados y, de ese contrapunto y con muchas dificultades y broncas, salió la necesaria aprobación para colocar $5.000 millones en Eurobonos y un Presupuesto Nacional acorde a la situación fiscal del país.
En el transcurso de los últimos meses, esas conflictivas relaciones pareciera que se han ido acomodando y mejorando. Lo que no quiere decir que no entren, de nuevo, en una etapa de conflictos y fuertes contradicciones y broncas políticas, a medida que el Poder Ejecutivo avance más en temas de gestión pública y concrete sus propuestas estructurales sobre Reforma del Estado y temas claves sobre el futuro de nuestro Estado Social de Derecho.
¡Veremos cómo le va al país en el año 2023! Ese es el gran tema nacional.
