Por Carlos Vilchez Navamuel
Bacteria que come plásticoDesde hace años se escuchan noticias positivas y esperanzadoras que tienen que ver con el cómo resolver algunos problemas que hemos creado en contra del ambiente, a continuación expondremos varios decubrimientos que nos hace pensar de forma positiva con respecto a este tema.
En 1995 el periódico español, El País, nos informó que “En Kuwait existían unos 50 kilómetros cuadrados del desierto de Kuwait que sufrían aún una intensa contaminación por petróleo producida en la guerra del Golfo, hace cuatro años. Sin embargo, en esa extensión de terreno estéril surgen algunas manchas de vegetación. Tres microbiólogos de la Universidad de Kuwait han descubierto que la vitalidad de esas plantas se debe a unas bacterias, capaces de asimilar y metabolizar el petróleo, asociadas a las raíces.Samit Radwan y sus colegas estudiaron plantas del desierto, la mayoría de la familia de las Compositae, y descubrieron que suelen tener las raíces limpias, aún en suelos contaminados. Las cultivaron en laboratorio en sustrato al que añadieron crudo y los microorganismos comepetróleo. También han comprobado que en suelos moderadamente contaminados crecen tomates y maíz. Publican hoy sus resultados en Nature”.
En Argentina se empezó a investigar la posibilidad de usar bacterias devoradoras de hidrocarburos hace ya mucho tiempo, la página oficial de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura publicó una nota en 1999 que informaba que “El equipo interdisciplinario de biólogos, químicos, ingenieros en petróleo e ingenieros agrónomos venía experimentando en esta área con bacterias y hongos de la región patagónica desde 1992”. El artículo explica entre otras cosas que “En seis meses de trabajo científicos de la Universidad Nacional del Comahue limpiaron un lago contaminado con petróleo utilizando la técnica de biorremediación que consiste en cultivar bacterias y hongos que se alimentan de hidrocarburos. Es la primera experiencia a gran escala en la Argentina”.
En el año 2006 otro periódico español el ABC publicó un extenso artículo escrito por Daniel Mediavilla Madrid, titulado: “Bacterias y plantas transgénicas, el futuro para limpiar los contaminantes vertidos por el hombre”. El escrito inicia así “En el ideario popular, las bacterias no suelen aparecer como amigas de la limpieza. Sin embargo, una breve conversación con un microbiólogo puede cambiar esa forma de pensar. «Las bacterias y los microorganismos tienen muy mala reputación, pero lo cierto es que el 99,9 por ciento de todas las especies bacterianas son beneficiosas», señaló Víctor de Lorenzo del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC”.
Entre las cosas que nos explica Mediavilla Madrid en su escrito, nos dice que “Uno de los grandes beneficios producidos por las bacterias, que consiste básicamente en limpiar lo que los humanos ensuciamos. Quizá el ejemplo más conocido de esta labor sea su empleo contra los vertidos de petróleo, aunque debido a la humildad del trabajo bacteriano, que produce efectos sin hacerse notar, sólo conocemos la parte de su tarea que cubren los medios. «Los grandes derrames de petróleo como el Prestige, Erika o Exxon Valdez son los que más atención pública reciben porque salen en los medios. Sin embargo, esos desastres suponen sólo una mínima parte del crudo que se vierte al mar todos los años. Si no hubiera microorganismos capaces de degradar el petróleo, en lugar de mares tendríamos un medio pegajoso y ni siquiera seríamos capaces de nadar en el mar. Los océanos están razonablemente limpios únicamente por la acción de las bacterias que degradan el petróleo”.
Hace un par de años el periódico venezolano, El Nacional, publicó una noticia muy interesante y a la vez esperanzadora, se refería a un estudio sobre una bacteria que se alimenta de gases naturales y que no solo podría “Limitar el calentamiento global, si no que podría utilizarse en defensa contra derrames como el de BP en el Golfo de México en el 2010. La información está basada en un informe científico sobre un estudio que se hizo e identificó “una variedad de microbio capaz de desarrollarse con metano, un poderoso gas invernadero, y propano. Ambos se hallan en el gas natural sin refinar y anteriormente los científicos pensaban que la bacteria sólo podía desarrollarse con uno o el otro”. La misma fuente explica que “Al consumir tanto el metano como el propano la bacteria no permite que los gases lleguen a la atmósfera, dijo la británica University of East Anglia sobre el informe escrito por dos de sus científicos en la revista Nature. Esto significa que los microbios «podrían ayudar a mitigar los efectos de la liberación de gases invernadero a la atmósfera, tanto de filtraciones de gas natural en el ambiente como del gas que se desprende de actividades humanas como la fracturación hidráulica y los derrames de petróleo», dijo el informe”. Y añadió “La versátil dieta de la bacteria, methylocella silvestris, podría significar un aliado microbiano en la absorción de contaminación y gases invernadero que según un panel de científicos de la ONU son, probablemente, la principal causa del calentamiento global desde 1950. Hallada por primera vez en el norte de Europa, la bacteria también se detectó después del derrame de BP en el Golfo de México en el 2010, el peor desastre costa afuera de Estados Unidos”.
Recientemente, en marzo pasado otro periódico español, El Mundo, publicó otra noticia también muy esperanzadora, entre otras cosas el artículo nos dice que “Un equipo científico del Instituto de Tecnología de Kioto (Japón) acaba de descubrir recientemente una bacteria desconocida hasta la fecha que es capaz de digerirlo y asimilarlo, es decir, que puede vivir alimentándose de PET (Tereftalato de polietileno), uno de los plásticos más usados por la industria alimenticia para envasar agua mineral, refrescos, aceites o productos farmacéuticos.
Todo lo expuesto aquí nos indica que no todo lo que se está haciendo está mal como lo dicen los catastrofistas ambientalistas, vemos que continuamente se descubren nuevas cosas que permiten solucionar problemas que nosotros mismos creamos, nunca antes en la historia de la humanidad se ha tenido tanta conciencia ambiental como la que existe hoy día, esa es la naturaleza de nuestra evolución y esto lo hemos visto a través de la historia.
Fuente: http://wp.me/p2elI2-1KC