Atemporales, los jeans creados por el alemán Strauss cumplen 150 años

Por Kathrin Zeilmann (dpa)

dpa
El logotipo de la marca Levi’s y una estatua de Levi Strauss en el exterior de su casa natal en Buttenheim, Alemania. Foto: Daniel Vogl/dpa

Buttenheim (Alemania), 18 may (dpa) – Una vieja casa de entramado de madera en la pequeña localidad alemana de Buttenheim, de techos bajos y piso de madera que cruje a cada paso, tiene mucho que ver con la prenda de vestir más famosa del mundo.

Allí nació Levi Strauss, el hombre que hace 150 años patentó en Estados Unidos unos pantalones de trabajo remachados.

De hijo de un comerciante ambulante judío pobre de la Alta Franconia a exitoso hombre de negocios en el Oeste de Estados Unidos, ésta es una historia que se contó muchas veces pero siempre resultó fascinante. Y que comienza en esa casa en Buttenheim.

Como miembro de una comunidad rural judía, la familia Strauss no lo tenía fácil, apenas tenía oportunidades laborales. Muchos judíos emigraron en aquella época a Estados Unidos, entre ellos las hermanas mayores de Levi Strauss, que entonces aún se llamaba Löb. Luego les siguieron la madre y sus hermanos menores.

Llegaron en 1848 a Estados Unidos, «de la tranquila Buttenheim» al bullicio de Nueva York, relata Tanja Roppelt, directora del Museo Levi Strauss de Buttenheim, una pequeña localidad en el sureste de Alemania.

La familia dirigió allí con éxito un negocio textil de venta al por mayor. Cuando empezaron a acumularse las noticias de descubrimientos de oro en el oeste norteamericano, Levi Strauss se trasladó a San Francisco para establecer allí una sucursal.

Finalmente, junto con el sastre Jacob Davis, Strauss solicitó una patente de pantalones remachados el 20 de mayo de hace 150 años, lo que marcó el nacimiento de la famosa marca Levi’s.

Se desconocen muchas cosas sobre Levi Strauss, el hombre detrás de esta historia de éxito, porque en 1906, durante un fuerte terremoto en San Francisco, se destruyeron los edificios de la empresa y muchos documentos. «Por eso no se sabe mucho de él», dice Roppelt.

En cambio, lo que ocurrió con esos pantalones, que según el país se llaman vaqueros, blue jeans o pantalones de mezclilla, entre otras denominaciones, es muy conocido, porque hoy forman parte de todos los armarios y hasta los bebés los llevan.

Y cuando los herederos al trono británico, Guillermo y Kate, posan informalmente en vaqueros en fotos oficiales, se discute, pero se considera más simpático que una ruptura de estilo real.

La revista «Vogue» presentó en los años 30 los primeros jeans para mujeres. «Entonces, su marcha triunfal ya no pudo ser detenida», destaca Roppelt.

La directora del Museo Levi Strauss asegura que los vaqueros son «atemporales», porque los estilos de la moda cambian rápidamente pero los jeans mantienen siempre su vigencia.

Así es también como se analiza en la Asociación Alemana de la Moda. «Los jeans son y seguirán siendo el material del que están hechos los sueños de la moda», dice la portavoz Tanja Croonen.

«Los vaqueros en todas sus variaciones, cortes y estilos nunca pasaron de moda desde que fueron inventados y patentados en 1873», agrega.

Carl Tillessen, del Instituto Alemán de la Moda (DMI), sostiene en tanto que la importancia de los jeans está actualmente otra vez en alza.

El experto destaca que si bien últimamente el tema de los vaqueros se había vuelto un poco aburrido y se retornó a los cortes clásicos, los años 90 celebran ahora su regreso y la mezclilla es el material con lo que se confecciona «todo lo posible». «Vestidos, pantalones cargo, faldas, abrigos», enumera.

Tillessen indica que los lavados para desgastar la tela también pueden ser más extremos. ¿Y un conjunto completo de vaqueros? Totalmente de moda ahora, mientras que hasta hace algún tiempo solo una parte del atuendo debía ser de tela de mezclilla.

El especialista en diseño dice que la tela de mezclilla o denim también juega un papel importante en los debates sobre sostenibilidad y reciclaje.

Ningún otro producto tiene una cantidad tan grande de tejido homogéneo que pueda reutilizarse, subraya.

De regreso a Buttenheim, el museo sobre Levi Strauss y los vaqueros de la marca se creó en torno a aquella casa antigua de techos bajos. Los aficionados a la mezclilla incluso pueden celebrar su casamiento civil allí, anuncia Roppelt. «Algunas parejas vienen incluso en vaqueros», revela.

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