Por José René Tamariz
Rodrigo Chaves, presidente de la República, es un mandatario muy diferente a los demás presidentes que han gobernado el país en las últimas décadas, tanto desde el punto de vista de su estilo de gobernanza como de su cuestionamiento y ataques constantes a la denominada institucionalidad del país, léase, Asamblea Legislativa, Contraloría General de la República (CGR), la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Fiscalía, así como también de gobernantes de períodos anteriores, partidos políticos tradicionales, grupos económicos de poder y medios de comunicación controlados por la oligarquía y otros capitalistas.
Rodrigo Chaves y la “Prensa Canalla”
El calificativo despectivo de “prensa canalla” ha sido acuñada por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, a los medios de comunicación, principalmente del diario La Nación, la televisora Teletica (canal 7) y el medio digital CRHoy.com. La familia Jiménez, parte de una antaña dinastía aristocrática, es la principal dueña del diario La Nación. Esa familia tiene una mayor participación accionaria en la empresa Florida Ice & Farm (FIFCO), productora de la cerveza nacional imperial y de refrescos, así como en las ramas económicas inmobiliarias, turísticas y otras. La familia Jiménez, históricamente y a través de La Nación, ha sido -es- muy influyente en la política nacional, escogiendo y poniendo candidatos a la presidencia de Costa Rica. Incluso contribuyeron al juzgamiento y encarcelamiento de los presidentes socialcristianos, Rafael Ángel Calderón y Miguel Ángel Rodríguez, por los casos de corrupción conocidos como CCSS-Fischel e ICE-Alcatel.
Por otro lado, las posiciones reaccionarias de La Nación son bien conocidas. Por ejemplo, es famoso el pasaje contado por Alberto Cañas del encuentro entre José Figures Ferrer y Alberto Martén con funcionarios de La Nación en el año 1948. Cuenta Cañas que “… no puedo omitir un pasaje que ya he contado en otra parte, y fue la visita que a Figueres hicieron el gerente y el director de La Nación, acompañando a don Manuel Francisco Jiménez Ortiz, don Eladio Trejos y don Fernando Lara. Me tocó conducirlos a Club Social de Cartago, donde Figueres y Alberto Martén los recibirían…”. (Cañas, Alberto: 80 años no es nada. Editorial UCR, 2008. San José, Costa Rica). Más adelante, sigue contando Cañas que los personajes de La Nación dijeron que “Simplemente, en San José “sabían” que la Revolución se proponía “desconocer” la elección de Ulate. Y esa decisión contaría con el apoyo de importantes grupos, y del periódico La Nación, si Figueres accedía a derogar el Código de Trabajo”. (Ídem). Las negrillas son nuestras. Al final, a esa proposición reaccionaria de los emisarios de La Nación “… Figueres y Martén rechazaron casi con violencia. Ni desconocería la revolución la elección de Otilio Ulate, ni echaría atrás en la legislación social, que más bien sería perfeccionada”. (Ídem).
Por otra parte, el grupo La Nación ha estado implicado en procesos de fraude fiscal por la simulación de venta de las antiguas maquinarias de dos rotativas a la firma de Belice denominada Capital Leasing Corporation. En ese caso el grupo Nación aceptó pagar más de 500 millones de colones como una salida alterna al proceso judicial.
Los principales ataques del mandatario Chaves ha sido y es contra el periódico La Nación, ya que ese medio de comunicación fue el que hizo público, en medio de la campaña electoral, el acoso sexual realizado por Chaves hacia funcionarias del Banco Mundial en Indonesia cuando fue alto funcionario. Sin duda alguna, la publicación de La Nación del caso de acoso sexual por parte de Chaves tenía como objetivo central evitar que éste llegara a la presidencia de la República porque no era confiable e incontrolable por parte de los grupos de poder tradicionales.
La empresa Televisora de Costa Rica es la dueña de Canal 7 y otras empresas. La familia Picado Cozza es la dueña de esa empresa y su conglomerado. El canal 7 también realizó una fuerte campaña en contra de Chaves, para bloquear su elección presidencial, por la acusación de acoso sexual que tuvo en el Banco Mundial. Asimismo, ha mantenido una línea editorial crítica hacia el gobierno de Rodrigo Chaves.
El medio digital CRHoy.com pertenece al banquero, Leonel Baruch, quien es socio mayoritario del banco BCT. Ese es un medio de comunicación que mantiene una línea editorial y periodística crítica hacia el gobierno de Rodrigo Chaves por lo cual ha sido atacado de forma virulenta por el mandatario. Al mismo tiempo, Rodrigo Chaves ha acusado que Leonel Baruch de un mega caso de evasión fiscal. A su vez, Baruch ha planteado que ha sufrido de persecución política, por parte de Chaves, porque es falso el mega caso de fraude fiscal. Por otra parte, es importante destacar que el BCT han financiado, mediante fideicomisos, las campañas electorales de los partidos políticos PLN, PUSC, PAC y FA.
Los ataques de Chaves contra la institucionalidad costarricense
Rodrigo Chaves, ha atacado de forma constante a los diputados de la Asamblea Legislativa, algunas veces diciéndoles que “juegan chapitas”, otras veces acusándolos de “defensores de sicarios” y a diferentes legisladores los ha cuestionado por sus nombres. También ha señalado que la institucionalidad costarricense es “escandalosa” y, así sucesivamente, existe un proceso de fricción y conflictos entre el poder Ejecutivo y Legislativo.
Por otro lado, en los últimos meses, Rodrigo Chaves, ha venido elevando sus ataques en contra de la Contraloría General de la República (CGR) y, en particular, contra la contralora general, Marta Acosta, a la cual ha acusado de “cogobernar” y de bloquear diversos proyectos y obras de construcción de su gobierno. Frente a esos bloqueos por parte de la CGR hacia algunos proyectos del gobierno, Chaves, decidió solicitar una convocatoria a referéndum para eliminar algunas potestades de control y fiscalización previas por parte de esa institución.
Por otra parte, los ataques y críticas al Poder Judicial se han realizado de forma continua, por parte de Chaves. Según algunos sindicatos judiciales sostienen que “Desde el momento en que asumió el cargo de Presidente, Rodrigo Chaves no ha dejado de atacar al Poder Judicial, con la clara intención de debilitar la institucionalidad republicana que juró defender”. (La República, 02 de abril de 2023).
¿Dictadura perfecta o dictadura de clase en Costa Rica?
Recientemente, los ataques de Rodrigo Chaves contra los partidos políticos, sus gobiernos de los últimos 75 años y la cacareada institucionalidad democrática han subido de tono al extremo de plantear que en Costa Rica ha existido una “dictadura perfecta” de 75 años y que, posteriormente, corrigió diciendo que era una “tiranía perfecta”. Cuestionó que durante los últimos 75 años ha existido “la misma Asamblea Legislativa con pequeños cambios, nombrando a los mismos magistrados, a la misma Sala Cuart, haciendo los mismo cambalaches”, también planteó que era un “cuentico” la democracia y las instituciones, ya que no les servían a los intereses de la gente. Y, así sucesivamente, Rodrigo Chaves, ha criticado duramente el statu quo, el establishment y la gobernanza de las últimas décadas a manos del PLN, PUSC, PAC y otros partidos políticos desaparecidos.
Las críticas de Rodrigo Chaves a las componendas, pactos y repartición del poder y cargos en las diferentes instituciones por parte de los partidos políticos que gobernaron Costa Rica en los últimos años son ciertas y reales. Ahí está el ejemplo de la ley 4 x 3 que permitía repartirse los puestos de las instituciones públicas entre el PLN y el PUSC cada cuatro años entre sus testaferros.
Sin embargo, las formas de los cuestionamientos de Rodrigo Chaves a los partidos políticos y sus gobiernos de los 75 años anteriores, así como a la institucionalidad, más bien parecieran que fueran de grupos de izquierda, no de un presidente de la República. Esas críticas que hace Chaves a los gobiernos de turno e instituciones son, en cierto modo, parecida a la realizada por diversas organizaciones de izquierda, aunque el cuestionamiento de éstas al orden establecido va más allá enfilándose contra las fuerzas policiales y el Estado como instrumento de opresión de la clase burguesa en contra de los trabajadores y demás sectores populares. No obstante, los objetivos de Chaves con sus críticas y cuestionamientos a los partidos políticos y sus gobiernos tienen otros objetivos que analizamos más adelante.
Es debido a esas críticas y cuestionamientos de Chaves a los partidos políticos y sus gobiernos de turno e instituciones democráticas que, algunos dizques “izquierdistas” e “intelectuales de izquierda”, están deslumbrados e impresionados con respecto a los planteamientos del mandatario, cercano a la capitulación política a este personaje y su gobierno.
Las contradicciones de Chaves. El 2 de mayo, fecha en que Rodrigo Chaves compareció en la Asamblea Legislativa sostuvo que “Nuestra democracia es fuerte y sigue siendo ejemplo mundial. Así lo refleja el Índice de Democracia del año 2023 del prestigioso diario The Economist, que sitúa a nuestra nación como la democracia mejor consolidada de toda América Latina y la número 17 en todo el mundo”. Sin embargo, el 14 de junio, en un acto en San Carlos, contradiciendo lo anterior planteó que en Costa Rica ha existido una “dictadura perfecta” o “tiranía perfecta” en los últimos 75 años. Esas contradicciones políticas, marchas y contramarchas y zigzagueos políticos son típicos de la actuación y funcionamiento político teatral del mandatario Chaves.
De otro lado, sin duda alguna, las críticas y cuestionamiento de Rodrigo Chaves a los partidos políticos y sus gobiernos de los últimos 75 años, así como de la denominada institucionalidad democrática, tienen como objetivos, primer lugar, desprestigiar y destruir a sus adversarios y competidores políticos, de cara a la próxima contienda electoral que posibilite a su eventual candidato/a ganar las elecciones y aumentar su número de diputados para cambiar leyes e, incluso reformar la Constitución Política, y, en segundo lugar, procurar un eventual cambio del régimen político en Costa Rica, pasando de un régimen democrático burgués a un régimen burgués de tipo bonapartista o autoritario, en el cual no existan los controles y los contrapesos políticos y jurídicos.
El planteamiento de Chaves sobre la “dictadura perfecta” en Costa Rica permite hacer una discusión sobre el régimen político existente en el país. En Costa Rica, con el triunfo de del bando de Figueres en el conflicto político-militar del año 1948 se instauró un régimen bonapartista con características autoritarias, aunque tuvo una existencia efímera de 18 meses, tales como gobernar mediante decretos-leyes, sin Constitución Política, ilegalizó al partido comunista (Partido Vanguardia Popular), disolvió la central sindical clasista CTCR y la eliminó cientos de sindicatos independientes, así como reprimió al conjunto del movimiento obrero.
Posteriormente, con la convocatoria de la Asamblea Constituyente y la elaboración de la Constitución Política de 1949 que aún se mantiene vigente, se le traspasa el poder a Otilio Ulate, período 1949- 1953. A partir de ese período, formalmente se han venido realizando elecciones generales en las cuales se han alternado el poder político varios partidos políticos, pero principalmente, el PLN y el PUSC cuando fueron el bipartidismo hegemónico y, más recientemente, el PAC.
El régimen político en Costa Rica controlado por esos partidos políticos es democrático burgués en donde los gobiernos son electos mediante elecciones cada cuatro años. Sin embargo, la democracia que existe es para los ricos, no para los trabajadores y demás sectores populares. Veamos. Formalmente existe la libertad de prensa, libertad de organización, de movilización y otros tipos de libertades formales. Sin embargo, la realidad es otra. Esas libertades existentes son, principalmente, para los capitalistas y ricos, ya que los empresarios, por ejemplo, son los dueños de los medios de comunicación y, por ende, los capitalistas como los Jiménez, Baruch, Picado y otros, determinan lo que se escribe y dice en los periódicos, noticieros de televisión, radio y medios digitales, como La Nación, Canal 7 y 6 y CR.hoy.com y otros más.
Por otra parte, aunque formalmente y en el papel, Código de Trabajo, existe el “derecho de sindicalización” y de “huelga” de los trabajadores, la realidad es que en la empresa privada ese derecho no existe, ya que los trabajadores que se atreven a formar sindicatos o hacer huelga son despedidos, ipso facto, de sus trabajos. En realidad, en las empresas privadas de Costa Rica si existe una verdadera “dictadura patronal” en la que no existe el derecho a formar sindicatos ni hacer huelgas y, por ende, no se pueden tener convenciones colectivas; se imponen extensas jornadas de trabajo; en muchas empresas no se paga el salario mínimo y no se gozan de otros derechos elementales.
En el sector público, a los trabajadores también se les ha negado el derecho a realizar huelga mediante la anti obrera ley denominada “Ley para brindar seguridad jurídica sobre la huelga y sus procedimientos”. Rodrigo Chaves, como representante de una facción burguesa no denuncia ese tipo “dictadura patronal” porque él está de acuerdo con esa forma y tipo de dictadura de clase. Rodrigo Chaves, como representante de una fracción burguesa y sostén del régimen capitalista, está en contra de las huelgas de trabajadores y de las movilizaciones de diferentes tipos, ya sea por aumentos de salarios y del movimiento LGTBI que, recientemente, intentó prohibir que se realizara.
Las dictaduras en Costa Rica. En el país han existido tres regímenes autoritarios o dictaduras. La dictadura de Braulio Carrillo en el período de 1838-1842. La dictadura de Tomas Guardia del período1877-1882. La dictadura de Federico Tinoco período 1917-1919. Es importante señalar que “… Los regímenes de Braulio Carrillo, Tomas Guardia y Federico Tinoco han sido ignorados como tópicos por los historiadores costarricenses y cuando se les menciona, se les interpreta como aberraciones inevitables o necesidades excepcionales que nunca han sido característicos del ser político y la sociedad en Costa Rica”. (Schifter, Jacobo y otros: ¿Democracia en Costa Rica? Editorial EUNED. Costa Rica, San José, 1978).
Es necesario mencionar que las dos primeras dictaduras de Costa Rica, Carrillo y Guardia, realizaron cambios sociales y económicos importantes en el país. La dictadura de Carrillo permite y logra la consolidación del poder central, tanto a nivel económico como político, ya que logra, de forma simultánea, contribuir decisivamente a la formación del Estado y a la génesis del capitalismo costarricense, eliminando la disgregación del poder, centralizándolo y creando una economía nacional con la inserción del café en el mercado internacional. Por su parte, la dictadura de Guardia “… marca el proceso de transición hacia el régimen liberal; crea prácticamente la constitución de 1871, parcialmente vigente hasta hoy en día, se empeña en limitar el control directo de la oligarquía cafetalera del poder político y realiza obras importantes de infraestructura como la construcción del ferrocarril al Atlántico…”. (Ídem). La dictadura de Tinoco tuvo características regresivas en cuanto a derechos sociales e impuestos, así como en la represión en contra del movimiento obrero y popular.
Posteriormente, hubo gobiernos con tintes autoritarios como el de León Cortés, simpatizante del fascismo europeo. Durante el gobierno de Cortés, los dirigentes sindicales eran despedidos y encarcelados. En los últimos años, ha habido intentos de gobiernos bonapartistas, con tintes autoritarios, como el de Oscar Arias período 2006-2010. (los hermanos Arias se saltaron y evadieron los controles de las instituciones que fiscalizan, supervisan y controlan los dineros y gastos públicos como la CGR. Cuando un millón de dólares donados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para consultorías, manejados de manera discrecional por el ministerio de la presidencia, dirigido por Rodrigo Arias, aunque mantenidos en un fideicomiso administrado por ese banco; lo mismo sucedió con una donación de 1,5 millones de dólares del gobierno de Taiwán destinados para 600 familias pobres de Pavas, los cuales fueron desviados en consultorías; negociaciones secretas con el gobierno chino, al mejor estilo de gobiernos conspirativos, para establecer relaciones diplomáticas con este país y romper lazos diplomáticos con Taiwán. Ahora se sabe que el establecimiento de esas relaciones diplomáticas, fueron negociadas por una donación china de 130 millones de dólares no reembolsables y la compra de 300 millones de dólares en bonos por parte del gobierno chino).
El gobierno de Carlos Alvarado 2018-2022 también tuvo algunas características autoritarias, represivas con la lucha del movimiento de masas en contra del denominado “combo fiscal” y de violaciones a la Constitución política (pago de 182.000 millones de colones en servicio de la deuda pública, sin autorización del Congreso; violación de la autonomía universitaria de la UCR por fuerzas policiales el 12 de septiembre del año 2018; conflictos y roces entre el Poder Ejecutivo y Judicial y otras violaciones a la Constitución Política con la aprobación del combo fiscal y de la ley de empleo público)
De último, es necesario destacar que, en la medida que los gobiernos de turno, ya sea el d Rodrigo Chaves u otros, no pueden hacer concesiones económicas a los sectores de trabajadores y clases medias, tal como sucede actualmente, se ven compelidos a recurrir a la represión hacia el movimiento de los trabajadores y popular. El caso del gobierno y facción burguesa-tecnocrática de Rodrigo Chaves es el intento de un sector burgués emergente en Costa Rica de avanzar hacia un tipo de régimen autoritario, a pesar de su crítica a la “dictadura perfecta”, sin controles ni fiscalización, para realizar su proyecto político y diferentes obras de construcción y diversos proyectos sin obstáculos ni tropiezos de ningún tipo. Rodrigo Chaves y su fracción tecnocrática-burguesa se inscribe en el marco de la tendencia política de regímenes autoritarios que existe actualmente en Centroamérica, como son los casos de Bukele en El Salvador y otros casos centroamericanos.