Apuntes sobre la política en EEUU

Progresemos

Carlos Manuel Echeverría E.

Carlos Manuel Echeverría

Todavía no termina el proceso electoral 2020-2024 en los EEUU. Falta dilucidar la crucial elección de dos senadores en Georgia y que el presidente actual conceda o que fracasen sus apelaciones judiciales a las que la ley da derecho.

No me ha gustado Trump. Su actitud no es la que se imagina uno de quien preside la nación más importante del mundo. Miente como un pinocho, maltrata a quien no está con él aunque lo hubiera estado en otro momento; insulta a los líderes de los países aliados y se enamora de los dictadores hasta dando espacio a pensar si no le gustaría ser uno de ellos; es soberbio, fanfarrón y narcisista dicen los que con conocimiento estudian su personalidad; desprecia a los que poco tiene o ve de menos como los hermanos puertorriqueños a los que luego de los dos huracanes seguidos les tiraba rollos de papel toalla; y así podríamos continuar. Es belicoso aunque…un punto a su favor, no metió a EEUU en nueva guerra alguna, lo que cuesta en un país tan guerrero como paradójicamente es EEUU. Su incapacidad para entender la seriedad de los desafíos actuales como el cambio climático, el buen manejo de los recursos naturales y las pandemias por ejemplo, así como la necesidad de trabajar colectivamente con el resto del mundo y su institucionalidad para enfrentarlos. Dicen los calificados tiene pocas virtudes, una de ellas la tozudez, lo que en este momento puede convertirse en un defecto capaz de poner en juego la democracia en la norteña nación americana, con amplias repercusiones a nivel mundial. Pero lo que es peor que cualquier otra cosa es que carece de compasión, una cualidad que en gobernante alguno puede faltar.

¿Por qué digo que EEUU es el país más importante del mundo? Por un lado por su economía, la más vasta y diversificada del mundo; por otro lado porque ha sido el campeón de la democracia liberal como Alexander de Tocqueville lo apuntó. Y por otro lado, la tercera pata del banco; en su tamaño EEUU es el país del mundo más diverso socialmente. Su libertad de empresa, estímulo a la emprendeduría y confianza en sus instituciones incluyendo la que imparte justicia pronta y cumplida, ha atraído a inmigrantes de todo el mundo, que han enriquecido su cultura y aportado mucho al país, mucho más de lo que podría decirse que el país ha perdido, si es que este ha sido el caso. EEUU es el único país al que si por ejemplo le toca negociar con los talibanes en Afganistán, puede enviar a un diplomático de ascendencia afgana y así con muchos países.

Mis 11 años intermitentes viviendo allá me ha permitido conocer bastante bien a los EEUU, cuya gente siempre ha sido hospitalaria con este servidor.

Una verdad de Perogrullo y que menciono para contextualizar: La gran tragedia en este momento y desde hace 4 años, es que la sociedad de EEUU está profundamente dividida y paulatinamente las agrupaciones extremistas toman más fuerza. Dentro de ese contexto el Partido Republicano, el de patricios como Ike Eisenhower, Bush padre y para muchos Ronald Reagan, pero principalmente el partido de Abe Lincoln, el que por las razones que fueran terminó con la esclavitud, aunque todavía no se logrado aplanar la mesa para todos, es el partido dominante.

El Partido Republicano ha sido el tradicional en los EEUU, porqué en el marco de su credo democrático pluralista, abrazó la idea de que cada cual tenía el derecho de labrarse su futuro en base a su esfuerzo individual, en un ambiente de democracia pluralista con los pesos y contrapesos propios de las democracias republicanas. Es el partido del “sueño americano”. En su ideario el estado es subsidiario, en sus expresiones federal, estatal y municipal. Es el partido de los primeros inmigrantes y muchos de los que vinieron posteriormente de Europa, especialmente los del norte de Europa, anglosajones o cercanos, que se integraron fácilmente, con excepción de los irlandeses, en su mayoría católicos, a quienes les ha costado más ser parte del “establishment” y por ende, no proclives a ser republicanos, como veremos más adelante.

El Partido Demócrata es en cambio el que agrupa a las minorías inmigrantes nacionalizadas o emancipadas, que no se asimilan fácilmente al “establishment” anglo sajón. Sin embargo, hasta hace pocos años se podía decir generalizando que los estadounidenses con la excepción de movimientos temporales limitados como el “Poder Negro” de los años 60s, tenían adentro una “pequeña llamita” republicana, pues los valores republicanos eran los que prevalecían. Esta situación y el hecho de que es un partido de clientela diversa, hace difícil que en Partido Demócrata tenga un mensaje claro excepto en cuanto a que valora más la acción estatal y publica su humanismo. La falta de claridad no le beneficia. Cuando gana elecciones lo hace en gran parte por el carisma de su candidato o porque los republicanos han gobernado muy mal en el período anterior, como cuando gana Jimmy Carter.

Hoy en día hay buenas razones para pensar que en los grupos extremos que se han identificado tanto con los demócratas como con los republicanos, ya no está presente esa llamita republicana. Si esa tendencia se consolida, es posible la democracia de los EEUU faro con impacto mundial, sufra un fuerte y posiblemente irreversible deterioro con impacto allende sus fronteras.
Ante la modernización y la realidad de una sociedad cada vez más compleja y diversa en lo antropológico y lo territorial, el exitoso esquema inicial de desarrollo estadounidense se agotó. Ya no es tan fácil generar las oportunidades de desarrollo personal en base a la expansión. Este ha sido el punto de inflexión.

El espíritu emprendedor está presente en el sistema de vida pero el Estado no cumple como antes. Los anglosajones quieren el país para sí; consideran a los nuevos y más diversos inmigrantes como advenedizos. No los ven como disparadores del crecimiento económico como han sido, sino como competencia, lo que también son en apego al sueño americano.

Absurdamente los anglosajones más desposeídos –y los hay muchos- rechazan algo que para nosotros en Costa Rica con todo y nuestras limitaciones es parte de nuestro ideario, como es el seguro de salud universal. Lo hacen porque piensan que esquemas como ese son de corte socialista, lo que para ellos en su maniqueísmo quiere decir comunismo. Este pensamiento es común en las áreas rurales del centro del país, donde prevalecen los anglosajones empobrecidos, afectados por los crecientes desequilibrios entre lo urbano y rural provocados por cambios modernizantes en el modo de producción que a nivel rural no han medrado.

Por otro lado, el sector diverso y mucho desposeído de la fragmentada sociedad norteamericana también se calienta. Tormenta perfecta.

Creo hay dos situaciones que deberían darse: por un lado que Biden, quien posiblemente será el próximo presidente, sepa consolidar la presencia de ese “piloto republicano” en el partido demócrata, sin perder el espíritu solidario que caracteriza a su partido. Y por el otro lado, que el liderazgo republicano tradicional y de gente ilustrada y compasiva cuando se le compara con Trump, sepan recapturar la imaginación del republicanismo y reorientar el partido hacia sus valores tradicionales. A su vez, es clave redefinir la plataforma vital: el Estado con su aparato estatal para que funcione para todos y se restablezca la fe en la democracia pluralista republicana. Hago votos porque así sea.

Ex profesor de Ciencias Políticas UCR, ex diplomático.

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