– _¿A quién pretenden timar? los dos, junto con el PUSC y los partidos religiosos, han sido co-gobierno
– Gran uniformidad político-ideológica los mantiene unidos y ahora usan poses de cara al proceso electoral
Tal parece que Carlos Alvarado Quesada (PAC) y el Partido Liberación Nacional (PLN), han decidido “competir” en cuanto a cuál de los dos es más cínico y más hipócrita ahora que se acerca el proceso electoral de febrero de 2022, cuando han sido uña y carne en lo que va de la presente administración gubernativa; especialmente tomando decisiones, ejecutivas y legislativas, contra las grandes mayorías populares y, en especial, en contra de la clase trabajadora. ¿A quién pretenden timar a estas alturas?
Alvarado pega el grito al cielo, reclamándole al PLN que lo están dejando “solo” con el asunto del préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cargado éste, por cierto, de graves proyectos de ley en contra de las capas medias y de los sectores populares, teniendo ambas colectividades, PLN y PAC, una gran uniformidad político-ideológica con la agenda-país impuesta por la plutocracia; especialmente, en la cuestión macrofiscal, el recortismo presupuestario extremista y el potenciamiento de la estructura tributaria vigente para que ésta siga siendo injusta y corrupta.
El PLN, desesperado ante la inminencia del proceso electoral, busca “descontaminarse” y venderle a la sociedad una careta de “socialdemocracia”, cuando todo el país sabe que desde hace mucho tiempo se pasaron del lado del neoliberalismo.
El PAC de Carlos Alvarado Quesada y el PLN, junto con el PUSC y los partidos religiosos, han sido el co-gobierno más desastroso desde que fue establecida la denominada Segunda República, en 1949.
Estos partidos, de un modo u otro, son responsables del proceso de desmontaje de las concepciones del Estado Social de Derecho que siempre procuraron una sociedad integrada, de oportunidades y de movilidad social ascendente.
Alvarado y su partido, así como el PLN, muy debilitado en el seno de sus otrora poderosas bases en los sectores laborales y medios, no podrán evadir la enorme responsabilidad que les compete por la peligrosa senda de desestructuración de la sociedad a todo nivel que han venido impulsando, en estos últimos años, al impulsar una agenda-país que no es la de la gente.
La Campaña PASAR FACTURA que venimos impulsando desde la ANEP, cada vez más, cobra gran vitalidad y oportunidad de cara al proceso electoral nacional de febrero de 2022. Hoy estamos a 141 días.