La presente anécdota nos la contó un estimado amigo que por una de esas muecas de la vida hubo de ser recluido en el Chapuí. Nos autorizó para que publicáramos su nombre pero la verdad, lo mejor es omitirlo pese a la veracidad de la historia y al perfecto control mental que disfruta en la actualidad.
Dice nuestro amigo, que una mañana él se sintió alegre, optimista, atlético y hasta capaz de jugarle una broma al distinguido Doctor Chacón Paut. Mezcla de Tarzán y de Bob Hope, lo esperó largo rato en el jardín y al verlo acercarse, comenzó a subir por una de las palmeras que lo adornan. Fué allí que el Doctor Chacón le dijo:
—»Pero hombre de Dios, vas a romperte la ropa y los huesos… ¿Para qué te subes allí?».
Y el enfermo contestó:
—»Pues Doctor, voy a comer naranjas»…
—»¿Naranjas? ¿Pero no estás viendo que eso no es un naranjo sino una palmera?».
Entonces el paciente le aclaró:
—»¡Ajajáaa… !, es que LAS NARANJAS LAS LLEVO AQUI EN LA BOLSA».