En los pasillos del Congreso Constitucional, allá por el año de 1936, se comentaba la inmensa labor desarrollada por los señores representantes del pueblo durante la legislatura de ese año.
El Licenciado Martén Carranza, que fué un notable orador parlamentario, que repasaba la lista de los proyectos aprobados y que habían pasado a ser leyes de la República, exclamó al terminar la lectura y viendo a don Otilio Ulate que se entretenía en darle bromas al pibe Ovares:
—»¡¡Y pensar que todo esto LO HEMOS HECHO ENTRE CUARENTA Y DOS!!».