El joven estudiante de aquélla época, bastante enfurecido, se decidió echarse la pistola al bolsillo de su pantalón y a buscar a su profesor que lo encontró en su despacho de la dirección del colegio leyendo a Emerson, y al saludarlo de cierta manera, le dijo:
—“Vea don Omar: para hacerme Bachiller en Humanidades soy capaz de ir hasta el presidio de San Lucas”!.
Bastante asombrado por la actitud de su discípulo, el Profesor Dengo le responde muy serenamente:
—“Oiga usted mi amiguito: no tiene necesidad de ir tan lejos. Aquí mismo en el Colegio y estudiando más, se puede hacer Bachiller”…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.