Anecdotario Nacional

Anecdotario Nacional

EL EX-PRESIDENTE de la República, don Braulio Carrillo, uno de los gobernantes de carácter fuerte que tuvo Costa Rica, tenía por costumbre visitar a sus amigos en sus propias casas.

Muy temprano de un día de Corpus Christi, don Braulio llegó a visitar a su gran amigo don Rafael Rodríguez, acaudalado finquero del Pacífico. Abre la puerta y sube las escaleras. Arriba estaba limpiando los pisos una sirvienta, y al notar la presencia del visitante, a quien no conocía y que había dejado las huellas de sus zapatos en los peldaños relucientes de la escalera, le dice:

—“Haga el favor de bajar señor, y mostrándole con el dedo índice de su mano derecha la aldaba de la puerta de entrada, le expresa: ¿Usted sabe señor para qué sirve eso?”.

El señor Carrillo, visiblemente sorprendido pero causándole gracia la ingenuidad de la sirvienta, baja las escaleras y toca la aldaba.

La muchacha, sintiéndose triunfadora de un deber doméstico bien cumplido, baja también y le dice a don Braulio:

—“¿Qué se le ofrece al señor?”.

— “Diga a don Rafael, que el señor Presidente de la República desea verlo”!…

Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.

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