Anecdotario Nacional

SE ENCONTRARON incidentalmente en la calle dos grandes políticos y jurisconsultos, a quienes los costarricenses han visto siempre levantar sus voces en el Congreso y empuñar sus plumas: los Licenciados don Víctor Guardia Quirós y don Arturo Volio Jiménez. Se pusieron a comentar los sucesos políticos ocurridos en 1914, cuando mediante un pliego con veintiocho firmas de diputados, el señor Presidente de la República, Licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno entregó, primero, al General don Federico A. Tinoco Granados los cuarteles de armas, y segundo, el poder al Licenciado don Alfredo González Flores, nombrado por el Congreso Constitucional (hoy Asamblea Legislativa), Primer Designado a la Presidencia de la República.

Después de un minucioso estudio de la situación política, el Licenciado don Arturo Volio Jiménez, gran civilista, le dice al Licenciado Guardia Quirós:

—“Don Víctor: ¿Qué le pareció el golpe de Pelico?”. Entonces, don Víctor Guardia Quirós, ingenioso como pocos, cáustico como ninguno, le responde al instante:

—“Esto no ha sido un golpe de “Pelico», Arturo. Esto lo que ha sido es un golpe en la espinilla”…

Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.