Anecdotario Nacional

Anecdotario Nacional

CUANDO Nicolás Masís, Jefe Político de Escazú en una de las administraciones del Licenciado don Ricardo Jiménez, le disparó varios tiros de su revólver a un sujeto apellidado Valverde, el señor Presidente de la República al saberlo, envió a uno de sus edecanes para que levantara la información respectiva. Fueron interrogados el señor Alcalde, el señor Cura Párroco, el Boticario y algunos vecinos de importancia del pueblo, declarando todos que Valverde le había dicho “H. de P.” a don Nicolás repetidas veces.

El Oficial entregó al Presidente Jiménez la información, diciéndole:

—“Al pedirle declaración al Político, éste se negó a rendirla, entregándome en cambio estas informaciones de delincuencia de Valverde”.

Transcurridos varios días se presentaron a la Casa Presidencial, Valverde y su abogado. Don Ricardo los sentó a espaldas vueltas de sus visitantes, abrió el grueso expediente y comenzó a leer una a una, en alta voz las certificaciones de delincuencia de Valverde. Después, el Presidente Jiménez se quedó un largo rato meditando.

El abogado de Valverde, un tinterillo impertinente, interrumpe al señor Presidente de la República para decirle:

—“Estamos esperando que diga su última palabra.

¿Se puede saber en qué está pensando?”.

Y don Ricardo Jiménez Oreamuno, fijando su mirada inteligente en aquél abogadillo de mala muerte, le contesta apabulladamente:

—“¡Pues señor: en la mala puntería de Nicolás Masís!. . .

Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.

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