En una oportunidad, un Jefe Político de uno de los cantones de la provincia de Guanacaste asistió a una reunión política; enterado el señor Presidente Jiménez del hecho, envió a un delegado personal suyo a investigar la denuncia y a que levantara una información.
Aclarada la situación, don Ricardo le llamó seriamente la atención haciéndole notar que los funcionarios públicos investidos de autoridad no tienen de ninguna manera que manifestar su color político. En el telegrama que le dirigió, le decía poco más o menos lo siguiente:
—“Lo que el Presidente de la República quiere es un Congreso amigo, pero elegido en la libre votación electoral” …
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.