Como se recordará, don Mauro Fernández tenía en su mano derecha un libro. El calor esa mañana era sofocante, y el sol quemaba las cabezas de los estudiantes.
Cuando el señor Pérez Zeledón estaba más emocionado en su discurso, de pronto, se oyó la voz fuerte de un estudiante salida del grupo de muchachos del Liceo de Costa Rica: era la voz del estudiante Alfredo Echandi Jiménez, que decía:
—“Muchachos: oigan lo que dice la estatua: “Bueno Pedro, o te callás, o te tiro el libro”…
N. del E.: Esa estatua fue destruida en las manifestaciones contra la dictadura de los Tinoco. Federico Tinoco era yerno de don Mauro Fernández.
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.