Una noche, después de una representación de la ópera “Aída” de la Compañía de Bracale, en la que tomó parte nuestro máximo cantante Melico Salazar, se encontraron en “La Giralda» Enrique Hine, célebre caricaturista y Miguel Ángel Obregón (El Cholo), gran humorista y espíritu combativo. Ambos personajes de nuestra bohemia nacional se pusieron a filosofar acerca de la vida.
Enrique Hine empezó a deleitar a los concurrentes con su charla amena y festiva, y después de hablar un largo rato sobre ese tema tan interesante y escabroso, le pide a su compañero y amigo “El Cholo” que opine.
Obregón, notando que el prolongado discurso de Hine tenía bostezando a los demás contertulios, razonó así:
—“Claro Enrique: ¡El mundo sigue siendo el mismo desde que Caín mató a su hermano Abel con una quijada de… Diputado!”…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.