Cuando gobernó a Costa Rica, un buen día llega a la Casa Presidencial uno de sus íntimos amigos y le comunica que un Jefe Político de un lugar apartado de la república, había cometido un desfalco. Por consiguiente se le acusaba de malos manejos. El Licenciado Cortés inmediatamente puso el asunto en manos de las autoridades respectivas, e iniciadas que fueron las investigaciones del caso, desgraciadamente el Jefe Político resultó culpable.
Cuando esta autoridad se dio cuenta de que estaba perdido, recurrió al señor Presidente de la República dirigiéndole un telegrama concebido en los siguientes términos:
—“Coopero o renuncio”.
El Presidente Cortés, que era todo carácter y rectitud, al mostrarle su secretario privado el despacho telegráfico, le responde al instante:
—“Coopere renunciando”.
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.