—»Don Juan Bautista Rodríguez no sabe leer ni escribir, pero declara saber firmar. ¿Podemos recibirle el voto?»
Don Ricardo, mostrándole el despacho telegráfico a varios de sus amigos que se encontraban con él reunidos en su despacho particular, les dijo: ¿Qué les parece a ustedes el telegramita?, y llamando a su secretario le dictó la siguiente respuesta, dirigida al Presidente de la Mesa receptora de votos:
—»Si antes de las seis de la tarde, hora del cierre de la votación, el señor Rodríguez aprende a leer y a escribir, recíbanle el voto».
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.