En cierta ocasión dispuso pasar unos días de descanso en la ciudad de Cartago.
Un día, muy de mañana, se encuentra en la calle con el Licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno, y le dice:
«Don Ricardo, ¿por qué usted tan temprano y en la calle?»…
Y el hijo de la conservadora Cartago le responde a Picuya:
-«Los viejos y los borrachos siempre se levantan muy temprano»
Entonces Fernando, que de tonto no tenía ni un pelo, le replica al instante:
«Don Ricardo, tiene usted razón. ¡Ya yo me estoy sintiendo viejo!»
Tiempo después hizo la casualidad que se encontraran don Ricardo y el padre de Fernando Echeverría, el muy recordado don Francisco a quien cariñosamente se le llamaba «Don Quito».
El Licenciado Jiménez Oreamuno, que no olvidaba la frase hiriente de «Picuya», después de saludarlo afectuosamente, le dice a «Don Quito», en forma amigable pero irónica:
-«Quito: tuve el gusto de conversar hace algún tiempo con tu hijo Fernando. Te diré que tiene muy buenas salidas, pero muy pocas entradas»…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora.
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