Comenzaron por conservar y mejorar el camino antiguo hacia Matina, y el Presidente don Braulio Carrillo hizo esfuerzos en ese sentido. Envió a don Joaquín de Yglesias con ese propósito, y murió el señor Yglesias a consecuencia del mal clima.
En una carta del Presidente Carrillo al señor Yglesias fechada en San José el 20 de marzo de 1840, día en que
el señor Carrillo cumplía cuarenta años, y en la que le da las gracias por su informe sobre el camino de Matina, recuerda una frase del Presbítero don José Francisco de Peralta, y le escribe:
«S6lo dantas podrían andar por la antigua vereda de Matina, y la mula de Belén no sería capaz de atravesarla? Me agradó esta exageración del Padre Peralta y la conservo fija, porque una agudeza de ingenio satisface, tanto más, cuanto sea acomodada al tiempo y lugar».
(El Presbítero don José Francisco de Peralta fue uno de los hombres de la Independencia, cofundador del Colegio de San Luis Gonzaga y fundador de la Escuela del Padre Peralta de Cartago, legado con que hoy se está formando la Ciudad de los Niños).
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora.
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