UN BUEN día, después del triunfo de la Unificación Nacional, en las elecciones celebradas el 9 de febrero de 1966 y de haber tomado posesión de la silla presidencial el Profesor don José Joaquín Trejos Fernández, se presentó a la Casa Presidencial una señora, cuyo nombre por respeto nos reservamos, a decirle al señor Presidente que ella había contribuido con una fuerte suma de dinero para los gastos de la campana política y que esperaba su generosa ayuda para lograr conseguir un buen contrato con el Gobierno, es decir, «una gollería».
El Profesor Trejos Fernández se quedo mirando un largo rato a la estimable señora de pies a cabeza, la que seguramente esperaba del señor Presidente de la República una respuesta afirmativa, y sonriente, le dijo:
“Señora: al Gobierno llegué con las manos limpias; déjeme salir de igual manera …
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora.
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