DON JUAN MARÍA SOLERA OREAMUNO es un agricultor muy querido y estimado en Costa Rica. Sus amistades no lo llaman por su verdadero nombre; le dicen cariñosamente “Chango”.
Es de las personas que se dedican a la siembra del café y a la ganadería. Una de sus mayores aficiones: los caballos de raza fina. Su mayor satisfacción: mostrárselos a los amigos.
En cierta ocasión, una locomotora del Ferrocarril Eléctrico al Pacífico le mató uno de sus mejores caballos, un animal que valía más de cinco mil colones de aquel entonces. Don Chango, inmediatamente le dirigió un telegrama al señor Presidente de la República, comunicándole lo sucedido y manifestándole que presentaría su reclamo a la empresa ferrocarrilera nacional.
Don Ricardo Jiménez le respondió telegráficamente, y al momento:
-”Favor de decirme sí EL TREN SE METIÓ AL POTRERO, O EL CABALLO SE METIÓ A LA LINEA”.
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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