Los cuarteles de la República los había puesto don Ricardo en manos de personas leales a su Gobierno y a su persona.
Un día de tantos, el señor Presidente Jiménez Oreamuno llamó por teléfono, muy de mañana, al Cuartel de la ciudad de Cartago preguntando por el Primer Comandante Coronel don Aníbal Coto. Le respondieron que había salido. Entonces preguntó por el Segundo Comandante don Chepe Gutiérrez, y se le dijo que también había salido, pero que sí estaba el Secretario del Cuartel durmiendo en su cuarto. A la pregunta de que si lo despertaban, el señor Presidente Jiménez, socarronamente contesta:
—»¡¡Dios guarde!!! Si lo despiertan se va también»…
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Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Ilustraciones de Noé Solano V., Álvaro García López (Garlo) y Juan Manuel Sánchez. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.