NEGOCIO ARRUINADO
TENÍA don Adán Acosta entre sus muchos clientes, uno de Santa Ana que tenía opción en la compra de una pulpería.El precio era de 10.000.00 colones, pero el cliente quería qué don Adán lo acompañara a ver el negocio como su abogado y hombre de confianza. Y así, un buen día comprador y abogado se dirigieron al lugar en que estaba ubicado el establecimiento. El dueño también conocía a don Adán y se sorprendió al verlo llegar con el presunto comprador. Empezó don Adán a inspeccionar «aquello» y no salía de su asombro sin mostrárselo a nadie. Era una pulpería desmantelada y pobre. Estantes casi vacíos, con un par de latas de sardina abombadas, una lata de manteca con su cucharón, un saco de azúcar lleno de avispas, unas botellas de licores del país, unos rollos de mecate, unas urnas llenas de baratijas, etc., etc., pero aquello no valía ni 1.000 colones. El comprador después de esperar un rato, preguntó a nuestro don Adán:
Idiay amigo, ¿qué le parece el negocio?
Y como don Adán no quería quedar mal con el dueño, le contestó a su interlocutor:
PUES VEA AMIGO, AQUI SURTIENDO, PUEDE HABER MAS DE LOS 10.000 COLONES.
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.