DUDA
CUENTA don Adán, que una viejecita campesina al verle le dijo sorprendida: «Usted vive todavía, si yo lo hacía difunto, y hasta lo lloré cuando vi en el periódico la tarjeta participando la defunción e invitando a los funerales; cómo me alegra que no fuera usted». «Gracias, le contestó don Adán, vivo aún y espero seguir viviendo otro poquito. Lo que pasa es que usted me confundió con mi amigo Adán García, cuya muerte tenemos hoy que deplorar».Son inconvenientes de los homónimos, y a propósito, otra equivocación igual sucedió con el mismo amigo: Siendo yo Alcalde de Grecia, y estando en vísperas de mi casamiento, leí en EL NOTICIERO esta gacetilla: «El día 18 de abril venidero contraerá matrimonio en esta ciudad la señorita Ester Guzmán Quirós, con el Licenciado don Adán García». Me quedé atónito, mas pronto me serené y corrí al telégrafo a ponerle a mi novia el siguiente telegrama: «Ruégole decirme si todavía soy, o YA NO SOY SU PROMETIDO».
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.