ENTRENAMIENTO
CONTRA la voluntad de don Adán, mantenía su familia en su casa de habitación un perrito que le había regalado a las niñas, y que mimaban mucho.Resulta que un buen día se encontró don Adán al animalito «haciendo una gracia», nada menos que en el comedor de la casa. Furioso lo agarró por el cuello, lo restregó contra las heces y lo tiró por la ventana. Dos días después, volvió «Castorcito» a hacer la misma necesidad y en el mismo lugar. De nuevo don Adán lo hizo probar de aquello y lo tiró por la ventana abierta que daba a un canjilón.
Cómo el hecho se repitiera por tercera vez y en el mismo lugar, al acercarse don Adán al perrito, éste se restrego solo contra la masa y se tiró y brincó por la ventana, a lo que don Adán comentó con sus hijos:
-Este animalito es bueno para un circo.
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.